Al salir de la Institución Correccional Estatal de Phoenix en el condado de Montgomery el jueves por la mañana, su cabello blanco asomando por debajo de un sombrero de la prisión, Joe Ligon fue acompañado por una docena de grandes cajas de archivos. Eso es aproximadamente 10 cajas más de lo que normalmente permiten las regulaciones.
«Soy un tipo especial», explicó Ligon.
Es un privilegio ganado durante 68 años, como el juvenil de por vida más antiguo y con más años de servicio en el país. Ha estado encarcelado desde 1953, cuando solo tenía 15 años.
«Supongo que acumula muchas cosas en 68 años», dijo Bradley Bridge, un abogado de la Asociación de Defensores de Filadelfia que ha representado a Ligon desde 2006. Habiendo asumido la misión de llevar a Ligon a casa, primero legalmente y luego logísticamente.
Ligon fue condenado a cadena perpetua por su papel en robos y asaltos armados que se saldaron con dos víctimas mortales y seis heridos por arma blanca. El hombre admitió haber participado en el crimen junto con un grupo de adolescentes borrachos, pero negó haber matado a ninguna de las víctimas mortales.
En 2017 se moderó la sentencia, reduciendo a 35 años el tiempo mínimo que tenía que cumplir, después de que la Corte Suprema de EE.UU. dictaminara que las cadenas perpetuas automáticas para niños son una crueldad. Aquel fallo permitió a muchos reclusos pedir la libertad condicional, pero Ligon no se apresuró a hacerlo porque esta medida suponía seguir siendo vigilado por las autoridades después de salir de prisión.
«Me gusta ser libre», explicó Ligon a The Philadelphia Inquirer. «Con la libertad condicional, tienes que ver a los supervisores de vez en cuando. No puedes salir de la ciudad sin el permiso de los funcionarios de la libertad condicional. Eso es parte de la libertad para mí», señaló.
Asimismo, Ligon se negó a pedir la libertad condicional y siguió luchando por su libertad completa junto con el abogado Bradley Bridge, que lo representaba desde 2006. Desde el fallo de 2017, Bridge pasó tres años más tratando de conseguir que liberaran a su cliente teniendo en cuenta los años ya cumplidos de la condena, y finalmente ganó.
El abogado argumentó que la condena perpetua de Ligon era inconstitucional, porque la sentencia para un menor de edad debe ser individualizada según cada caso particular. En noviembre de 2020, la jueza del Distrito Este de Pensilvania Anita B. Brody ordenó que Ligon fuera sentenciado de nuevo o puesto en libertad en un plazo de 90 días.
Aquel plazo expiró el 11 de febrero, y el hombre finalmente salió de la cárcel. Lo único que lamenta es que su madre, su padre y su hermano no estaban ahí para verlo libre.
Cactus24/15-02-2021