El azafrán iraní se encuentra bajo una grave amenaza a consecuencia de las sanciones estadounidenses, que han abocado a este valioso condimento, conocido como «oro rojo», a venderse de contrabando a Afganistán.
Los obstáculos creados al sistema de transporte y las transacciones bancarias para la exportación de los productos persas, entre ellos el azafrán, están vinculados con las sanciones impuestas por EEUU a Irán en 2018, tras la retirada de Washington del acuerdo nuclear.
«Las sanciones unilaterales a la economía iraní han tenido un efecto muy negativo en la actividad de los productores y exportadores del sector agrícola debido a las limitaciones en las transacciones de divisas», se lamentó en declaraciones a Efe Alí Sharyatí, presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Comercio de Irán.
A esto se suma la consecuente devaluación de la moneda nacional, el rial, que llevó a las autoridades iraníes a aplicar una restrictiva normativa sobre las divisas, perjudicial para los exportadores, algunos de los cuales han optado por el contrabando para incrementar sus ingresos.
«Las leyes de divisas existentes en el país han causado que se haga contrabando (de azafrán) a Afganistán y desde allí se exporte», apuntó Shariatí sobre la situación actual del «oro rojo», del que Irán es el mayor productor mundial.
«UNA GRAVE AMENAZA»
El también presidente de la junta directiva del Fondo de Desarrollo de Exportación de Azafrán explicó que previamente ya se vendía de contrabando el bulbo del azafrán a Afganistán para que fuera allí cultivado pero, en los últimos dos años, a raíz de las sanciones, se está llevando a cabo ese comercio ilegal con los propios hilos de la flor.
Solo entre marzo de 2019 y marzo de 2020 (el año 1398 del calendario persa), se introdujeron en Afganistán 50 toneladas de contrabando de azafrán iraní, según Shariatí quien calificó esta situación de «grave amenaza» para el mercado local de este producto exquisito.
Con una producción anual de alrededor de 500 toneladas, el azafrán iraní equivale a más del 90 % a nivel global, pero los agricultores y los exportadores no obtienen tanto beneficio como deberían.
«El contrabando de cualquier producto perjudica la sana actividad comercial del país porque la demanda a las compañías que trabajan en el marco legal se traslada a ese sector irregular y se reducen los precios», subrayó Shariatí, responsable también de la mayor empresa de procesado y empaquetado de azafrán en Irán, Novin Saffron, con sede en la ciudad nororiental de Mashad.
Sobre Afganistán, agregó que en ese país se producen solamente entre 17 y 20 toneladas de «oro rojo» pero «allí se empaqueta como de origen afgano el azafrán que llega de Irán y se exporta a diferentes países del mundo como la India y EEUU».
Con anterioridad, en un marco legal, los principales compradores del azafrán iraní eran España y Emiratos Árabes Unidos, a los que se han unido más recientemente Hong Kong y Vietnam, desde donde se exporta a China.
LOS ESTÁNDARES EUROPEOS, UNA QUEJA RECURRENTE
La exportación a la Unión Europea (UE) es complicada debido a la legislación y normas sobre agricultura que también se aplica a los productos importados.
«Las compañías iraníes no tienen la capacidad de cumplir con los estándares europeos. Es difícil: por eso se vuelve a empaquetar allí y lo venden con su propio envasado», detalló a Efe Rasul Sabaghzadeh, director de la compañía iraní de embalaje de azafrán Sabaghzadeh.
Entre los países europeos que hacen ese negocio con el azafrán iraní destaca España, considerado un gran exportador a nivel mundial pero que vende principalmente «oro rojo» de origen iraní comprado a granel, ya que su producción local cubre tan solo una mínima parte.
Sabaghzadeh explicó que su compañía exporta cada año 20 toneladas de azafrán en paquetes generalmente de 500 gramos a España, donde se cambia el envoltorio y se comercializa a otros países con una marca diferente.
En su empresa, situada en Mashad, decenas de mujeres limpiaban con delicadeza los hilos del azafrán, separándolos con pinzas, para su posterior empaquetado y venta.
UNA SOLUCIÓN: PRODUCTOS CON VALOR AÑADIDO
Para tratar de mejorar sus ingresos y aumentar el consumo de esta especia, los productores iraníes de azafrán se han movilizado para presentar en los próximos años productos secundarios.
«Hemos fortalecido a nivel científico el sector de desarrollo e innovación de nuestro trabajo para lograr productos con un mayor valor añadido», dijo el responsable de Novin Saffron.
Actualmente en Irán, además de usarse los hilos del azafrán en el arroz y los guisos, hay una gran variedad de productos alimentarios con sabor a azafrán: harina para rebozados y para preparar tartas y postres, infusiones y azucarillos, entre otros.
Shariatí auguró que si se fomentan estos productos secundarios y se mejora el empaquetado se verán «efectos en los próximos dos años» y se duplicará la exportación, en gran parte con destino al este de Asia.
Además de esos cambios, Irán está trabajando sobre la calidad del azafrán para entrar en el mercado del cultivo orgánico y poder suplir en unos tres años el 50 % de la demanda de los países de la UE.
Cactus24 20-01-21