El 2020 ha sido un año de muchas experiencias que en cierta medida nos cambió la vida a todos.
A pesar de no estar preparados, la llegada del coronavirus hizo que cada persona enfrentara la situación con valentía y optimismo, aprendiendo de las adversidades para luego convertirlas en nuevas oportunidades y esperanzas.
De esta manera, cada familia venezolana tuvo su propia vivencia.
Nuevas esperanzas nacieron para iluminar el mundo
Ante el temor de ser contagiadas debido al creciente número de infectados a causa de la covid-19, muchas parturientas arriesgando su propia vida, tuvieron la gallardía y el coraje de traer al mundo nuevas vidas que iluminan y llenan de esperanza cada hogar.
Tal es el caso de Silvana Sánchez, habitante de la comunidad de Punta Cardón, quien en conversaciones con Cactus24 contó que el pasado tres de septiembre, las gemelas Alana e Ivana llegaron como testimonio del poder divino, para irradiar con sus sonrisas la vida de los esposos Pacheco Sánchez.
Sánchez relató que su embarazo fue de alto riesgo por su edad por lo que estuvo en control en el Hospital Dr. Rafael Calles Sierra, aunado al temor de que su esposo, por ser enfermero, estuviera contagiado. Sin embargo, la prueba salió negativa.
«Para mí fue una frustración, era la vida de dos bebés, pero gracias a Dios salimos de eso”, agregó Sánchez.
Consideró que el año 2020 le dejó enseñanzas: «Dios todo lo puede. Somos millonarios en oración y hay mucha gente que nos pude ayudar», subrayó.
Reinventándose ante los obstáculos como enseñanza de vida
Algunas personas encuestadas revelaron a Cactus24 la enseñanza que les dejó el 2020 y las habilidades que pudieron desarrollar en plena pandemia.
Los entrevistaron destacaron que el año que está por terminar los ayudó a comprender que la vida tiene valor cuando la colocas al servicio del prójimo, y que lo más importante es la fe y el amor en Dios, sin embargo, muchas personas se alejaron totalmente de su familia y amigos.
Edward Wever, un venezolano radicado en Estados Unidos, explicó a través de Facebook que «emigrar es un proceso de aprendizaje, donde te das cuenta que en el nuevo país hay muchas cosas a la que debes adaptarte como el idioma, la cultura, la comida”, y con la pandemia todo resulta de mayor esfuerzo y dinero.
Wever resaltó que esta pandemia lo ayudó a reflexionar que el ser humano puede ser tan débil como la misma sociedad y que todo puede cambiar muy rápidamente.
Así como Wever, Nellye Arcila también se las debió ingeniar pero desde Venezuela.
Arcila, quien es de Punta Cardón, agradeció el tiempo de cuarentena «porque aparte de estar cerca de mis hijas y apoyarlas en su aprendizaje, me ayudó a reinventarme desarrollando habilidades que yo desconocía, como hacer panes. Estoy proyectándome para en el futuro tener mi propio negocio», subrayó.
Lo mismo ocurrió con José Pulgar, quien también vive en Punta Cardón.
Pulgar aprovechó la pandemia para reinventarse y «ahora soy fabricante de cocinas a gasoil, he adquirido una buena clientela a quienes les explico el procedimiento para su uso».
Por eso, agradezcamos a Dios por estar presente en cada uno de los momentos que nos permitió vivir en este 2020.
Y cuando suenen las campanas de la iglesia, anunciando que el año viejo se va, brindemos para celebrar la vida.
Cactus24: 29-12-2020
Lady Arcila Roberti