El espectro clínico de la infección por coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo severo varía desde una infección asintomática hasta una enfermedad mortal y potencialmente mortal.
Las estimaciones actuales son que aproximadamente 20 millones de personas en todo el mundo se han recuperado, sin embargo, los médicos están observando y se encuentran a volcar esos datos en informes de pacientes con síntomas graves persistentes e incluso disfunción sustancial de órganos después de la infección. Debido a que el COVID-19 es una enfermedad nueva, gran parte del curso clínico sigue siendo incierto, en particular, las posibles consecuencias para la salud a largo plazo, si las hubiera.
Actualmente, no existe una definición de consenso de COVID-19 post agudo o prolongado. Se lo suele interpretar como la presencia de síntomas que se extienden más allá de las 3 semanas desde el inicio la aparición de los síntomas, en tanto la infección crónica se extiende más allá de las 12 semanas.
Según un estudio realizado por un grupo de profesionales de la División de Enfermedades Infecciosas del Departamento de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory de Atlanta, involucró a más de 4 millones de personas en los EE. UU., el Reino Unido y Suecia que habían experimentado síntomas después de un diagnóstico.
Un síndrome post agudo es bien reconocido en pacientes que se están recuperando de una enfermedad grave, en particular una que requirió hospitalización e ingreso en la unidad de cuidados intensivos.
En un estudio de Italia que evaluó la persistencia de los síntomas de COVID-19 en una serie de pacientes dados de alta del hospital, solo el 12,6% estaban completamente libres de síntomas relacionados con COVID-19 después una media de 60 días desde el inicio de los síntomas, reseña Infobae.
Sin embargo, el síndrome de COVID-19 post agudo no solo se observa en pacientes que tenían una enfermedad grave y fueron hospitalizados. En una encuesta telefónica realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos entre una muestra aleatoria que tuvieron un resultado positivo en la prueba ambulatoria para el SARS-CoV-2 mediante la reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa, el 35% de los encuestados sintomáticos informaron no haber regresado a su estado de salud habitual 2 semanas o más después de la prueba, incluido el 26% entre los de 18 a 34 años, el 32% entre los de 35 a 49 años, y el 47% entre los de 50 años o más.
Los síntomas que se informan con mayor frecuencia después del COVID-19 agudo son fatiga y disnea. Otras expresiones comunes incluyen dolor en las articulaciones y en el pecho. Además de estos síntomas generales, se ha informado disfunción de órganos específicos, que afectan principalmente al corazón, los pulmones y el cerebro.
Desde el punto de vista de la patogenia, estas complicaciones podrían ser consecuencia de la invasión tisular directa por el virus (posiblemente mediada por la presencia del receptor de la enzima convertidora de angiotensina 2), inflamación profunda y tormenta de citocinas, daño del sistema inmunológico relacionado, estado de hipercoagulabilidad descrito en asociación con COVID-19 grave o una combinación de estos factores.