martes, noviembre 5, 2024
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Valencia: La otra cara de la incursión policial en Las Palmitas

Después de vivir, una vez más, una noche de terror en Las Palmitas, Juan* -con miedo- salió de su casa en el sector 24 porque debía comprar comida, esa mañana del martes 6 de octubre. Como él, muchos habitantes de esa comunidad que tenían que trabajar y dejaron sus casas solas. Al regresar, los sorprendió la otra cara de la incursión policial, luego del fuerte enfrentamiento la noche anterior donde murieron dos oficiales: Las rejas y puertas habían sido violentadas, algunos electrodomésticos y bienes material fueron hurtados.

“Los policías robando y desvalijando las casas en Las Palmitas”, se escucha en un video que grabó un vecino desde una ventana de su vivienda. Al fondo, solo se observa un vehículo de color negro, no oficial, con presuntos funcionarios policiales. Muchos lugareños confirman esta versión.

Dos horas fueron suficientes para que Juan comprara un kilo de arroz y harina para comer ese día y regresara a casa. Al llegar se dio cuenta que habían ingresado, luego de romper la puerta. Faltaba un televisor, una bicicleta, un módem de Cantv, ropa y pañales de su bebé y lo que consideró más valioso: la tablet que usaba su niña para recibir sus clases de preescolar a distancia.

En 30 años que tiene Juan viviendo en Las Palmitas nunca nadie se había metido a su casa a robar, ni siquiera los de la poderosa banda de “El Bebe” que mantiene el control de esa zona. Aunque viven en zozobra, sí, por las constantes balaceras. Confiesa que si tuviese las posibilidades, le gustaría mudarse de ese barrio donde nació.

Maritza* fue otra de las tantas personas que ese día salió a trabajar desde la mañana. Cuando volvió, la reja de su vivienda, en el sector 5, estaba violentada. Al igual que a Juan, le llevaron un televisor, dos tablet, ropa, también un monedero que usaba para guardar sus pocos ahorros en dólares, un anillo de graduación, un reloj, y mientras iba acomodando todo lo que quedó revuelto, se iba dando cuenta de las cosas que faltaban.

Para los policías, todo el que vive en Las Palmitas es malandro y no es así. Aquí también vivimos personas honestas y trabajadoras y no tenemos nada que ver con los problemas entre ellos. Tampoco con la banda delictiva, dice Maritza.

De acuerdo a la denuncia de los vecinos, hechos similares también ocurrieron en los sectores 15, 17 y 27. En todos los casos, señalan a presuntos funcionarios de cuerpos de seguridad de cargar con enseres. Algunas de las víctimas fueron a los comandos de ese organismo para denunciar, pero niegan tal participación que mantiene enardecida a la comunidad.

Después de todo, Juan cree que debe trabajar unos 20 años más para recuperar lo que le hurtaron y que había adquirido con sacrificio. 

*Seudónimo 

Cactus24/08-10-2020

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