Desde el domingo, separatistas de Nagorno-Karabaj, apoyados por Armenia, y las tropas de Azerbaiyán, se enfrentan en los combates más mortíferos desde 2016. Al menos 68 personas murieron de acuerdo a balances incompletos. Esto hace aumentar el temor de que estalle una guerra abierta en el Caúcaso.
El balance podría ser más grave ya que los dos campos afirman haber infligido centenas de pérdidas al adversario. Bakú afirma haber matado a 550 soldados enemigos y Ereván dice haber eliminado más de 200.
«Llegó la hora de que esta crisis que comenzó con la ocupación de Nagorno-Karabaj llegue a su fin. Cuando Armenia haya abandonado el territorio que ocupa, la región reencontrará la paz y la armonía», declaró en un discurso el presidente Erdogan.
«Cualquier otra demanda o propuesta no sólo sería injusta e ilegal, sino que significaría seguir consintiendo a Armenia», agregó, en declaraciones que el gobierno armenio calificó de injerencistas.
Azerbaiyán perdió el control de Nagorno-Karabaj tras el derrumbe de la Unión Soviética y después de una guerra que dejó 30.000 muertos y concluyó con un alto el fuego firmado en 1994.
Por su parte, Armenia presentó una solicitud ante la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH), brazo jurídico del Consejo Europeo (CE, órgano ejecutivo de la Unión Europea), para que aplique medidas provisionales.
«El gobierno armenio demanda a la CEDH que indique al gobierno azerbaiyano que cese sus ataques militares contra poblaciones civiles», señaló la solicitud armenia.
Por su parte, Azerbaiyán afirmó que había conquistado más territorios.
Las Fuerzas Armadas azerbaiyanas «atacan las posiciones enemigas con cohetes, artillería y la aviación» y «tomaron varias posiciones estratégicas en los alrededores del pueblo de Talych. El enemigo retrocede», afirmó el Ministerio de Defensa.
En los últimos años, Azerbaiyán destinó una parte importantes de sus ingresos petroleros a la compra de armamento.
Tras varias semanas de retórica bélica, Azerbaiyán dijo que lanzó una «contraofensiva» mayor en respuesta a una «agresión» armenia, recurriendo a la artillería, los blindados y aviones contra la provincia controlada por los separatistas armenios.
Moscú, que mantiene relaciones cordiales con los dos beligerantes y es el árbitro regional, se siente más cercano a Armenia, que integra la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza militar dominada por Rusia.
Los dos Estados decretaron la ley marcial y Armenia la movilización general. Azerbaiyán impuso un toque de queda en parte del país, incluyendo la capital Bakú.
Cactus24/28-09-2020