Para arrestar al «hijo de Dios», la policía de Rusia realizó una acción como en las grandes películas de Hollywood, el pasado martes 22 de septiembre en una aparatosa incursión mediante uso de helicópteros, furgones de confinamiento y numerosos vehículos detuvieron en la región siberiana de Krasnoyarsk, a los miembros de una secta religiosa llamada la “Iglesia del Último Testamento” ubicada en la aldea Ciudad del Sol», en el distrito Kuraguinski
Entre los detenidos se encuentran el líder de la secta, Serguéi Torop quien asegura ser Cristo, el hijo de Dios, y se hace llamar Vissarión. y a sus más estrechos colaboradores Vadim Redkin y Vladímir Vedérikov.
La secta ya había sido objeto de pesquisas policiales el pasado verano. Según el Comité de Instrucción, se les acusa de actos violentos y de haber «estafado y abusado psicológicamente» de sus adeptos.
Según lo reseña la prensa rusa, Torop, de 59 años de edad, antes de fundar su organización religiosa trabajó como mecánico e inspector de la policía de tráfico.
En 1991 fundaría la comunidad «Iglesia del Último Testamento» que fue legalizada ante el Ministerio de Justicia ruso en 1995. Llegó a tener 10.000 seguidores en todo el mundo, la mitad de los cuales viven en Krasnoyarsk. Y según creen es una nueva «encarnación de Jesucristo» en la tierra que ha venido del cielo enviado por Dios, para mostrarles sus pecados y llevarlos al arrepentimiento.
Su doctrina queda perfectamente recogida en su libro «El Último Testamento» y constituye una amalgama de distintas influencias: religiones abrahámicas, hinduismo, ufología, la obra mística «Rosa del mundo» del poeta ruso Daniil Andréev y el tratado «Doctrina secreta» de la teóloga rusa, Elena Blavátskaya.
La Iglesia Ortodoxa de ese país ya había declarado en 1994 como «herética» y falsa la comunidad de Vissarión y a él se le tacha de «charlatán y falso profeta».
Cactus24: 24-09-2020
Lady Arcila