Novak Djokovic aprendió “una enorme lección” tras ser descalificado del US Open por golpear accidentalmente en la garganta a una jueza de línea con un imprudente pelotazo.
El incidente representó un abrupto final de la racha ganadora de 29 partidos del serbio y de su intento por conquistar un título de Grand Slam por 18va ocasión.
“Estoy trabajando mental y emocionalmente tan duro como lo hago en lo físico”, aseveró Djokovic en el Abierto de Italia. “Estoy tratando de ser la mejor versión de mí mismo dentro y fuera de la cancha, y comprendo que tengo arrebatos y que este es el tipo de personalidad y el jugador que siempre he sido”.
“Voy a tomar esto como una enorme lección. Lo he estado pensando. Lo he estado comprendiendo. He estado conversando con mi equipo. Es una de esas cosas que resultan desafortunadas y suceden. Hay que seguir adelante”, indicó.
La descalificación se dio en el partido de la cuarta ronda entre Djokovic y el español Pablo Carreño Busta.
Mientras se dirigía a hacer el cambio de lado de la cancha en el Estadio Arthur Ashe, con una desventaja de 6-5 en el primer set, Djokovic —que llegó al torneo como primer cabeza de serie, el número uno del mundo y amplio favorito para alzar el trofeo— mostró su frustración golpeando una pelota hacia atrás. La pelota impactó a la jueza de línea, quien cayó de rodillas mientras se dolía del cuello.
“Fue totalmente inesperado y sin intención además”, dijo Djokovic. “Cuando uno golpea una pelota así existe la posibilidad de pegarle a alguien que esté en la cancha. Las reglas son claras. Así que lo acepté. Tuve que seguir adelante y eso es lo que hice”.
Djokovic dijo que fue a revisar el estado de la jueza tras el incidente y ella le aseguró que no era una lesión seria.
“Me sentí realmente apenado por causarle tal impresión y drama, puesto que ella no se lo merecía para nada”, añadió Djokovic. “Obviamente era una voluntaria haciendo su trabajo. Ella adora el tenis, y tengo entendido que ella ha estado ahí por varios años”.