El 1 de septiembre de 2008 Manchester cambió para siempre cuando el jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan se convertía en el máximo accionista del Manchester City con el Abu Dhabi United Group for Development and Investment a cambio de 250 millones de euros.
El primer galáctico del City de Abu Dhabi, fue el brasileño Robinho, el Manchester City puso 40 millones de euros sobre la mesa, pero el fichaje fue un rotundo fracaso. El brasileño aseguró que se convertiría «en el mejor del mundo» pero se quedó lejos. En su primera temporada, 14 goles en Premier League dejaron buen sabor de boca pero no llegó a copar las expectativas del que fue el segundo fichaje más caro del verano de 2008 tras Dimitar Berbatov, quien llegó al United por 45 millones de euros.
Su segunda temporada, el declive. Una lesión de tobillo le dejó fuera once partidos y desde la llegada de Mancini desapareció del equipo titular. Cinco partidos a sus órdenes hasta que el 28 de enero de 2010, solo tres días después de su cumpleaños, se iba cedido a Santos, su pasantía en el club se tradujo en 53 partidos (a más de 800.000 €/partido), 16 goles (2,6 millones por gol) y cero títulos fue el balance del primer gran fichaje de la nueva era del Manchester City.
Redacción Desdelasgradas
CACTUS24 01-09-20