El empresario colombiano detenido en Cabo Verde en junio, Alex Saab, estaba en una misión como enviado especial del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a Irán para negociar combustible y suministros humanitarios, dijeron sus abogados a la agencia Reuters.
Las autoridades de Cabo Verde detuvieron a Alex Saab cuando su jet privado se detuvo para recargar combustible poco después de las 8 de la noche del 12 de junio, en cumplimiento de una orden de arresto internacional por cargos de lavado de dinero presentada el año pasado en Estados Unidos.
Los fiscales estadounidenses acusan a Saab de pagar sobornos a funcionarios venezolanos para supuestamente obtener ganancias del diferencial cambiario entre el tipo de cambio controlado por el gobierno y la tasa del mercado paralelo, y transferir 350 millones de dólares en fondos obtenidos ilegalmente a cuentas en el extranjero.
Saab, que permanece detenido en una cárcel de Cabo Verde mientras lucha contra la extradición a Estados Unidos, ha negado los cargos. Sus abogados dicen que los cargos de Estados Unidos tienen “motivaciones políticas”.
El bufete de abogados de Saab con sede en Madrid y que lo representa en Cabo Verde, proporcionó a Reuters de forma exclusiva detalles de las visitas del empresario a Irán y de su relación con el gobierno de Maduro, junto con un relato de su arresto.
“El enviado Especial Saab es la pieza clave para Estados Unidos en su afán de derrocar a Nicolás Maduro y seguir estrangulando al pueblo venezolano”, dijo en un comunicado el equipo de defensa de Saab, encabezado por el exjuez español Baltasar Garzón
Los abogados de Saab dijeron que el colombiano hizo una primera visita a Irán en abril, cuando convenció a los funcionarios iraníes de que enviaran a Venezuela tanqueros cargados con gasolina, junto con aviones que transportaban materiales para una refinería, a fin de aliviar una crisis de escasez de combustible.
También consiguió suministros médicos y alimentos para ayudar a Venezuela a enfrentar la pandemia de coronavirus, que amenaza al débil sistema de salud del país, dijeron los abogados.
Cuando los abogados fueron consultados sobre los comentarios de funcionarios estadounidenses de que Caracas pagó con oro a Teherán tales envíos, los representantes legales de Saab solo dijeron que el empresario ofreció a Irán los recursos propios de Venezuela, sin dar más detalles.
En los últimos años, Washington ha impuesto duras sanciones al comercio de petróleo y oro de Venezuela en un intento por presionar la salida del poder de Maduro, cuya reelección en mayo de 2018 fue considerada un fraude. Estados Unidos también tiene sanciones contra Irán.
El gobierno de Venezuela, que tras la detención de Saab dijo que era su agente para buscar asegurar suministros humanitarios con que enfrentar la pandemia, y no respondió a las solicitudes de comentarios.
El equipo legal de Saab está apelando la decisión de un tribunal de Cabo Verde de extraditarlo, argumentando que tiene inmunidad diplomática y no enfrentaría un juicio justo en los Estados Unidos debido a “pruebas ilícitas”.
En una carta que Saab escribió al primer ministro de Cabo Verde a principios de agosto, dijo que Venezuela ofrecería a su gobierno “más oportunidades” si las autoridades lo liberaban. “Puedo ayudar a Cabo Verde más de lo que los Estados Unidos lo harán en 100 años”, escribió Saab en la carta, vista por Reuters.
El arresto de Saab fue un giro dramático para el hombre que había pasado de ser dueño de una empresa textil en Colombia a convertirse en un poderoso intermediario del gobierno venezolano, considerado una dictadura por gran parte de los países occidentales.
En la medida en que la administración de Donald Trump endurecía las sanciones, Saab aprovechaba sus contactos internacionales para ayudar al dirigente venezolano a intercambiar los recursos de su gobierno para obtener ayuda de aliados como Irán.
La relación de Saab con el gobierno venezolano se remonta a 2011, cuando obtuvo un contrato para construir viviendas públicas, dijeron sus abogados. La acusación de Estados Unidos contra Saab alega que realizó “pagos corruptos” en relación con este acuerdo.
En 2018, Maduro nombró a Saab enviado especial para “colaborar” con gobiernos extranjeros “para encontrar soluciones prácticas a situaciones complejas que afectan a Venezuela”, dijeron sus abogados.
Cuando la pandemia de coronavirus comenzó a extenderse por América Latina a principios de este año, el Ministerio del Exterior le confió a Sabb “la responsabilidad de adquirir recursos humanitarios de gran necesidad en Venezuela”, agregaron sus abogados.
Los iraníes acordaron enviar ocho petroleros, junto con 16 vuelos coordinados por la aerolínea Mahan Air, dijeron sus abogados. El gobierno en Teherán no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Los servicios de seguimiento de vuelos mostraron que 16 vuelos de Mahan Air llegaron a Venezuela a fines de abril y mayo. En ese momento, un alto funcionario de PDVSA dijo que los vuelos traían productos químicos necesarios en el proceso de refinación para procesar gasolina.
Irán envió cinco buques que transportaban gasolina a Venezuela en mayo, lo que ayudó a aliviar temporalmente la escasez de gasolina. Sin embargo, Estados Unidos incautó este mes cuatro cargamentos de combustible iraní con destino a Venezuela, donde las fallas de suministro están empeorando.
Un alto funcionario iraní involucrado en las conversaciones para estos envíos dijo a Reuters que los aviones de Mahan Air regresaron a Irán con lingotes de oro por valor de 200 millones de dólares como parte del negocio.
En abril se retiraron unas siete toneladas de oro del banco central de Venezuela, dijeron personas familiarizadas con las operaciones, aunque no sabían su destino. El gobierno de Maduro ha vendido repetidamente sus reservas de oro en los últimos años para obtener divisas.