El chavismo real es el Psuv, su directiva y sus élites allegadas, basta ver el trato que reciben los demás partidos del denominado “Polo Patriótico” quienes son marginados, obligados a obedecer lineamientos sin chistar, sino les ocurre lo mismo que a cualquier partido opositor. Del otro lado, guste o no, la oposición real (por reconocimiento criollo y foráneo) es Juan Guaidó, su entorno, lo demás tiene voz, pero no tiene voto.
Así, han surgido de ambas corrientes “escombros” sin trascendencia, los autoproclamados “chavismo democrático”, “chavismo crítico”, “chavismo civil”, etc. y los del lado opositor, la famosa “oposición electorera” y otras órbitas que (ambos bloques disidentes) no tienen mayor impacto en la definición de la vida política venezolana. En el caso de la oposición electorera, su participación en los trágicos procesos electorales en condiciones mínimas (más bien absurdas) deja siempre un país en “más de lo mismo”.
Tan es así, que en caso de consumarse las parlamentarias del 6D tal como están previstas hasta la fecha, el chavismo sumará otra institución sin valor ni reconocimiento internacional, Venezuela continuará aislada si posibilidades de financiamiento ni inversión… no habrá cambios, más bien, continuará acelerándose el deterioro de nuestra pírrica calidad de vida.
Guaidó, insistimos en lo de “guste o no guste” continuará recibiendo el apoyo y reconocimiento internacional determinante de este lado del mundo y más allá, pues fue el último presidente electo (conforme a la norma) del último poder público revestido de legalidad y legitimidad en Venezuela, la AN 2015.
Todo está previsto, el chavismo, a fin de evitar sorpresas como la de 2015, aprovechando “las condiciones mínimas”, anexa inconstitucionalmente 110 diputados que disgregados estratégicamente en las circunscripciones de voto duro chavista le permiten… en caso que la oposición real y el venezolano acceda votar en esas condiciones (lo dudamos mucho)… asegurar que ninguna tendencia pueda obtener mayoría calificada, es decir, las decisiones más importantes de la futura AN como la designación de los demás poderes públicos nacionales, ante la premeditada falta de acuerdos, estaría en manos del TSJ y en las cartas bajo la manga que use la ANC. El chavismo en su mundo desinstitucionalizado no da puntada sin dedal, pero debe asumir elevados costos que los termina pagando el venezolano.
No entendemos, ni como politólogo ni como venezolano, cómo las trágicas elecciones en condiciones mínimas, al margen absoluto de la ley y la democracia, culpables de toda la tragedia que asfixia al país, puedan ser las mismas que nos resuelvan los problemas, es algo tan ilógico como perverso, tomando en consideración la pugna de poderes e intereses que malsanamente las promueven… la realidad es una sola demostrada hasta la saciedad: Tras cada elección en condiciones mínimas el país acelera su destrucción, las próximas parlamentarias no serán la excepción.
El chavismo real tiene su agenda clara, es amo y señor dentro de una Venezuela caótica. La oposición real (por reconocimiento) tiene una gran oportunidad a pesar pareciera estar en estado catatónico, le hicieron el favor de decantarla. Sí sabe extraer provecho de este escenario, se nuclea políticamente, envuelve los sectores del país y construye una vía clara/factible con el apoyo de sus aliados internacionales, pudiera generar los necesarios, justos e inevitables cambios que requiere la nación y una región que también padece del caos que tristemente Venezuela irradia.
Por Politólogo Leandro Rodríguez @leandrotango
CACTUS24 24-08-20