Al menos 171 mujeres que permanecen recluidas en el anexo femenino de la Comunidad Penitenciaria Fénix Lara se alzaron en horas de la tarde del martes 18 de agosto por falta de alimentos y presuntos maltratos, informó el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Carolina Girón, directora del OVP, recibió la información de que este martes 18 de agosto eran las 5:00 de la tarde y ninguna de las mujeres había recibido alimentación alguna, por lo que decidieron llamar a la directora del anexo para exponer la problemática y proponer que sus familiares puedan llevarles la comida diaria, en vista de que dentro de las celdas hay dos embarazadas y algunas enfermas con tuberculosis u otros padecimientos.
Al parecer, estas peticiones fueron ignoradas por completo y las reclusas encendieron un colchón en señal de protesta, lo que ocasionó que el fuerte humo invadiera las instalaciones. Como respuesta a estas acciones, un grupo de custodias presuntamente adoptó una posición agresiva en contra de las internas.
“Las presas alzaron su voz en el momento porque estaban defendiendo sus derechos, pero de la nada llegó una custodia y con una especie de garrote le metió corriente en la barriga a una reclusa que está embarazada”, detallaron los denunciantes, quienes prefirieron que su identidad sea resguardada.
Posterior a la protesta les dieron comida a las internas, pero estas a su vez denunciaron que se trataba de tres sardinas en estado de descomposición.
Porción reducida
La directora del OVP manifestó que este miércoles se tuvo conocimiento de que dos privadas de libertad, quienes están embarazadas y participaron en la mencionada protesta, fueron separadas de la población y presuntamente serían trasladadas hasta el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), ubicada en el estado Miranda. Hasta horas del mediodía el traslado no había sido ejecutado.
Asimismo se conoció que el desayuno de este miércoles fue una taza de chicha y de almuerzo solo recibieron arroz blanco. En tanto, uno de los reclusos que trabaja en el economato les anticipó que las porciones serían reducidas para toda la población penal por la falta de alimentos.
Por su parte, los familiares aseguran que solo pueden llevarles paquetería dos veces al mes, en el caso de las mujeres, lo que evidentemente no resulta suficiente; mientras que en el caso de los hombres pueden recibir insumos hasta tres veces al mes.
Girón, abogada y defensora de derechos humanos en Venezuela, detalló que como si fuera poco la falta de alimentación, las reclusas de Fénix Lara reciben uno o dos tobos de agua cada ocho días, la cual deben rendir para su aseo personal, limpiar el área donde se encuentran, lavar el uniforme y ropa interior. «Las internas se alegran cuando llueve porque pueden recoger agua para uso personal», añadió.
De la misma forma se conoció que estas mujeres pasaron hasta tres meses sin acceso a jabón o toallas sanitarias, por lo que rindieron como pudieron una donación que les llevó la Cruz Roja.
Np OVP
CACTUS24 19-08-20