«Si no mejoro, me mato», llegó a expresar Julio César Hernández Flores, en medio de los dolores abdominales que lo venían aquejando.
De 66 años, Julio materializó su amenaza en su lecho ubicado en la casa 25-231 ubicada en la calle Progreso entre calles Nazareth y Paraguay, municipio Carirubana.
En el ocaso de este jueves, cuando ya todos se disponían a dormir, el sexagenario se llevó a la boca el cañón del revólver Ruger, y se despidió de la vida.
Fue el segundo suicidio que se registraba esa noche en Falcón, siendo el primero de la abogada Nathaly Martínez, de 35 años.
CACTUS24 07-08-20