Desde el estado Lara migró hacia Carabobo un grupo de hombres que forman parte de la banda de «El Santanita». No tienen mucho tiempo. A su llegada, se apoderaron del cerro en el barrio Las Flores, del sector La Entrada de Naguanagua. Esa área montañosa siempre ha sido territorio del hampa. Sin embargo, los antisociales que mantenían el liderazgo en esa zona ya murieron en hechos violentos. Unos por disputas entre grupos delictivos y otros en enfrentamientos con cuerpos de seguridad, pero ahora resurgió una nueva organización: «Los Guaros».
Cuerpos policiales en la entidad la conocen como la banda de «Los Chorreros», pero en la comunidad les dicen «Los Guaros». Los verdaderos «Chorreros» ya están extintos, solo queda un sujeto a quien apodan «Aká». Lo intrincado del lugar, aparentemente, era lo atractivo para los sujetos que usaban el cerro como guarida, pues los organismos del estado no rondan por esos lados.
A través de las redes sociales, los de la banda hacen publicaciones sobre ventas de vehículos para atraer a sus víctimas. Al contactarlos, coordinan una cita en el sector Las Flores. Es, entonces, cuando se dan cuenta que han caído en manos de la delincuencia y comienzan a pedir a los familiares recompensa por liberarlos, en el mejor de los casos.
Era miércoles 15 de abril. Un hombre interesado en comprar un camión tiene una cita con los supuestos vendedores, pero cuando llegó al lugar fue atacado a disparos, juntos a dos funcionarios de la División de Vehículos de la PNB que iban desarmados porque su trabajo es verificar carros. El oficial Williams Castillo murió tras la balacera y su compañero Gustavo Castro resultó herido de bala. Los antisociales llevaban armas de largas, como las que exhibía «El Santanita» en un video que RRSS.
Un mes después los de la banda vuelven a ser noticia: La Policía de Naguanagua rescató a cinco hombres que mantenían en cautiverio en las ruinas de una vivienda en el cerro del barrio Las Flores.
Casi a mediodía del 21 de mayo, una comisión patrullaba por la comunidad cuando fueron alertados sobre la posibilidad de un secuestro en la zona. Los policías se adentraron a la montaña y ubicaron a los cinco hombres maniatados y con las cabezas tapadas que les evitaba tener visibilidad de sus captores.
Las víctimas eran dos hombres que se trasladaron, en plena cuarentena por la pandemia del COVID-19, desde Portuguesa a Naguanagua para -supuestamente- comercializar un vehículo. Los otros tres eran del municipio Los Guayos, en Carabobo, que fueron al barrio Las Flores con la misma intención.
Un par de días antes, un operativo del Cicpc y del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Gaes) dio con el paradero de los miembros de la organización criminal y resultaron muertos tras, presuntamente, enfrentarse a las comisiones: José Alexander Rodríguez Linarez, alias «El Arañita» y Anderson José Moreno Padrón, apodado «El Burro». Éste último habría sido el encargado de traer personal de Barquisimeto para operar en Carabobo.
Otro enfrentamiento, este mes de julio, en el sector El Tostao del municipio Iribarren de Barquisimeto, confirmó la alianza entre delincuentes en el centro-occidente del país, luego que identificaran a dos de los abatidos como «El Viejo Yandel» y «Harold», ambos de Valencia.