Los homicidas de Saúl Antonio Martínez Villa, de 68 años y oriundo de Colombia, cuidaron cada detalle luego del crimen. Tomaron los enseres más valiosos del anciano, ocultaron el cadáver con una sábana y un colchón y huyeron por la entrada principal de la casa 98E-42, en la calle 98B con avenida 82ª de la tercera etapa del barrio Las trinitarias, parroquia Francisco Eugenio Bustamante, al oeste de Maracaibo.
Ningún vecino se percató de la ausencia del abuelo hasta hoy al mediodía cuando, al arreciar el calor, de la residencia empezó a emanar un hedor putrefacto. Un conocido de Martínez alertó a su hijastro y este a su vez buscó apoyo en el Centro de Coordinación Policial Maracaibo Oeste del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (CPBEZ). Al ingresar a la casa encontraron el cuerpo en proceso de descomposición. A simple vista, los oficiales estimaron que había fallecido al menos 48 horas antes.
El Eje de Homicidios del CICPC arribó al lugar, entrevistó al hijo y algunos vecinos, quienes indicaron que no tuvieron comunicación con el anciano desde el 31 de julio de 2020. En las primeras pesquisas, los detectives se inclinan a la resistencia al robo. “Faltaban objetos, había desorden. Pero no había puertas ni ventanas forzadas”, puntualizó un funcionario. Las investigaciones siguen su curso y se indaga con quién tuvo contacto Martínez el fin de semana.
CACTUS24 03-08-20