Estados Unidos superó el miércoles las 150.000 muertes por coronavirus, una cifra mayor que la de cualquier otro país y que representa casi una cuarta parte del total mundial, según un recuento de Reuters.
De los 20 países con los mayores brotes, Estados Unidos ocupa el sexto lugar en cuanto a muertes per cápita, con 4,5 fallecimientos por cada 10.000 personas.
Solo el Reino Unido, España, Italia, Perú y Chile tienen una tasa per cápita más alta, de acuerdo al recuento según el cual las muertes de Estados Unidos constituyen casi el 23% del total mundial de 661.456.
El aumento de 10.000 muertes en 11 días es el más rápido en Estados Unidos desde principios de junio. Florida reportó un aumento récord de nuevas muertes por COVID-19 por segundo día consecutivo el miércoles, con 217 decesos en las últimas 24 horas, según el departamento de salud del estado.
El ritmo de las infecciones se aceleró desde que Estados Unidos superó los 100.000 muertos el 27 de mayo. El epicentro de la epidemia también se ha desplazado hacia el sur y oeste desde la zona que rodea Nueva York, que sigue siendo por mucho la región con mayor número de muertos, con más de 32.000.
El martes, Arkansas, California, Florida, Montana, Oregon y Texas informaron sobre un aumento récord de muertes.
Las autoridades de salud de California dijeron que los latinos, que componen poco más de un tercio del estado más poblado del país, representan el 56% de las infecciones de COVID-19 y el 46% de las muertes.
El incremento en las cifras acabó con las esperanzas iniciales de que el país pueda superar lo peor de una crisis económica que ha diezmado las empresas y dejó sin trabajo a millones de estadounidenses.
Los expertos en salud han estado diciendo durante meses que el brote podría estar bajo control si se siguieran en todas partes las directrices de mantener el distanciamiento social y el uso de mascarillas en público.
El Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (IHME), cuyos pronósticos son observados de cerca por los encargados de formular políticas públicas, incluida la Casa Blanca, predijo inicialmente en marzo que la pandemia podría matar a más de 81.000 personas en julio.
En su última declaración el 14 de julio, el IHME dijo que su modelo ahora proyecta más de 224.000 muertos en Estados Unidos al 1 de noviembre.
Cactus24 29-07-20