Bolivia ha registrado un nuevo récord diario de fallecidos por COVID-19, con 79 nuevos decesos, con lo que llegan a las 2.407 las muertes en el país por el nuevo coronavirus.
El registro proporcionado por el Ministerio de Salud da cuenta de que los fallecimientos se produjeron en los nueve departamentos del país, aunque la mayoría en regiones como Santa Cruz con 17, Cochabamba con 15 y Potosí con 10, además de La Paz, Pando y Chuquisaca que registraron nueve dada una.
El anterior récord diario de fallecidos databa del pasado 2 de julio con 78, en un país de once millones y medio de habitantes.
La cifra coincide con el fallecimiento esta pasada madrugada del secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda, de 72 años, que pasó 46 días internado en una unidad de cuidados intensivos y se destacó por la lucha contra la pandemia en la en la región más golpeada por la enfermedad.
Así como esta muerte, resultaron también impactantes las partidas del obispo de El Alto, Eugenio Scarpellini, y del presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, César Salinas, por complicaciones relacionadas con el nuevo coronavirus.
La situación en Bolivia tiende a agravarse por las limitaciones que ya han mostrado centros de salud que están al límite de su capacidad, con filas de carros fúnebres que se producen en hornos de cremación como el habilitado en el cementerio municipal de La Paz.
Los informes diarios de la Policía en las ciudades más golpeadas por la pandemia, como Santa Cruz, La Paz o El Alto, muestran el levantamiento de cadáveres en domicilios con aparentes síntomas de la COVID-19 y que no ingresan al registro general.
Además de los 2.407 decesos, se han confirmado 65.252 contagios desde que en marzo pasado se identificaron los primeros casos en el país.
Las autoridades bolivianas de sanidad han alertado de que la etapa de mayor transmisión del virus se producirá a finales de agosto y principios de septiembre.
Cactus24 24-07-20