La española María Mayo Toledo, de 64 años, era el único obstáculo de Valeria para tener una casa propia en dónde vivir con su novio y el hijo que está por nacer.
Tras ser despreciada y echada de su casa materna por el embarazo precoz, Valeria y su novio buscaban desesperados una vivienda en donde permanecer y garantizarle el techo a la criatura que nacerá dentro de tres meses.
La vida de su abuela a cambio de un techo. Así fue el malévolo plan ideado por la macabra nieta, quien junto a su pareja Richard Alfonso Vargas Betancourt, de 19 años, decidió no dar más largas al asunto y asesinaron a la sexagenaria en el inmueble en Sarria, Caracas.
María Mayo Toledo fue estrangulada con un cable, envuelta en sábanas y alfombras, y botada en un container de basura de la avenida Táchira, parroquia El Recreo, municipio Libertador, Caracas.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas supo desde un primer momento que entre los asesinos había al menos alguien cercano, indistintamente de alterar el sitio del suceso y pretenderlo hacer como un robo. La experiencia les decía que ningún asaltante ocuparía tanto tiempo y se preocuparía por desaparecer el cadáver, en este caso de la española.
La pericia de los sabuesos se impuso y el Cicpc terminó resolviendo el crimen identificando a la adolescente y novio, ambos detenidos, como los autores del crimen, que sugiere la participación de otros, según reveló el comisario general Douglas Rico, director nacional del Cicpc que este miércoles incluyó el caso entre los más dantescos y recientes que han sido resueltos.
Localizan cadáver de una mujer dentro de un contenedor en Sarria
Cactus24/24-06-2020