Un CubeSat de la NASA del tamaño de un maletín ha superado todas las expectativas al detectar un planeta fuera de nuestro sistema solar, un logro sin precedentes entre satélites de este tamaño.
Un nuevo artículo que pronto se publicará en el ‘Astronomical Journal’ describe cómo ASTERIA (abreviatura de Arcsecond Space Telescope Enabling Research in Astrophysics) no solo demostró que podía realizar esas tareas, sino que fue más allá, detectando el conocido exoplaneta 55 Cancri e, un mundo con masa similar a Neptuno descubierto en 2004 y localizado a 41 años luz.
Con un calor abrasador y aproximadamente el doble del tamaño de la Tierra, 55 Cancri e orbita extremadamente cerca de su estrella madre parecida al Sol. Los científicos ya sabían la ubicación del planeta; buscarlo era una forma de probar las capacidades de ASTERIA. La pequeña nave espacial no fue diseñada inicialmente para realizar ciencia; más bien, como demostración de tecnología, el objetivo de la misión era desarrollar nuevas capacidades para futuras misiones. El salto tecnológico del equipo fue construir una pequeña nave espacial que pudiera conducir un control preciso de puntería, esencialmente la capacidad de mantenerse enfocado constantemente en un objeto durante largos períodos.
Basado en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en el sur de California y en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, el equipo de la misión diseñó nuevos instrumentos y hardware, superando las barreras tecnológicas existentes para crear su carga útil. Luego tuvieron que probar su prototipo en el espacio. Aunque su misión principal fue de solo 90 días, ASTERIA recibió tres extensiones de misión antes de que el equipo perdiera contacto con ella en diciembre pasado.
Utilizó un control de puntería fina para detectar el exoplaneta
El CubeSat utilizó un control de puntería fina para detectar 55 Cancri e mediante el método de tránsito, en el que los científicos buscan caídas en el brillo de una estrella causada por un planeta que pasa. Al realizar detecciones de exoplanetas de esta manera, los movimientos o vibraciones de una nave espacial pueden producir sacudidas en los datos que podrían malinterpretarse como cambios en el brillo de la estrella. La nave espacial necesita mantenerse estable y mantener la estrella centrada en su campo de visión. Esto permite a los científicos medir con precisión el brillo de la estrella e identificar los pequeños cambios que indican que el planeta ha pasado frente a ella, bloqueando parte de su luz.
ASTERIA sigue los pasos de un pequeño satélite de la Agencia Espacial Canadiense llamado MOST (Microvariability and Oscillations of Stars), que en 2011 realizó la primera detección de tránsito de 55 Cancri e. MOST era aproximadamente seis veces el volumen de ASTERIA, todavía increíblemente pequeño para un satélite de astrofísica. Equipado con un telescopio de 5,9 pulgadas (15 centímetros), MOST también fue capaz de recoger seis veces más luz que ASTERIA, que llevaba un telescopio de 2,4 pulgadas (6 centímetros). Debido a que 55 Cancri e bloquea solo el 0.04% de la luz de su estrella anfitriona, fue un objetivo especialmente desafiante para ASTERIA.
Según un comunicado del JPL, la misión hizo lo que se conoce como detección marginal, lo que significa que los datos del tránsito no habrían, por sí solos, convencido a los científicos de que el planeta existía. (Las señales débiles que parecen similares al tránsito de un planeta pueden ser causadas por otros fenómenos, por lo que los científicos tienen un alto estándar para declarar la detección de un planeta).
Pero al comparar los datos del CubeSat con observaciones previas del planeta, el equipo confirmó que realmente eran viendo 55 Cancri e. Como demostración técnica, ASTERIA tampoco se sometió a los preparativos típicos de prelanzamiento para una misión científica, lo que significaba que el equipo tenía que hacer un trabajo adicional para garantizar la precisión de su detección.
Cactus24/03-06-2020