La cifra de muertos por la enfermedad COVID-19 en el Reino Unido rozaba los 50.000 el martes, confirmando al país como uno de los más afectados del mundo por la pandemia en un momento en que el primer ministro Boris Johnson trata de flexibilizar las restricciones por el brote de coronavirus.
El número de víctimas ascendió a 49.646, incluyendo las cifras registradas hasta el 22 de mayo de los certificados de defunción de Inglaterra y Gales —publicadas el martes—, datos publicados anteriormente de Escocia e Irlanda del Norte y las muertes recientes en hospitales de Inglaterra.
El elevado número de muertes ha provocado las críticas hacia Johnson, quien, según los partidos de la oposición, fue demasiado lento en imponer el confinamiento, demasiado lento en proteger a los ancianos de las residencias y demasiado lento también para montar un sistema de test y de seguimiento de casos.
El Gobierno de Johnson argumenta que, aunque puede haber cometido errores, está lidiando con la mayor crisis de salud pública desde el brote de gripe de 1918 y que ha garantizado de que el servicio de salud no se vea abrumado.
Aun así, las elevadas cifras de muertes sobrepasan incluso algunas proyecciones de los propios asesores científicos del Gobierno.
En marzo, el principal asesor científico de Reino Unido dijo que mantener las muertes por debajo de 20.000 sería un “buen resultado”. En abril, Reuters informó que el peor escenario del Gobierno era de 50.000 muertes.
A diferencia del número de muertes diarias publicadas por el Gobierno, las cifras de certificados de defunción publicadas el martes incluyen los casos sospechosos y los casos confirmados de COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus.
Unas 62.000 personas más de lo habitual han muerto en el Reino Unido durante la pandemia de coronavirus de este año, según los últimos datos disponibles, dijo el martes un experto de la Oficina Nacional de Estadística.
Cactus24 02-06-20
