El presidente Donald Trump se comprometió el lunes a utilizar el ejército de Estados Unidos para frenar las protestas por la muerte de un hombre negro bajo custodia policial, antes de que los agentes de la ley dispararan balas de goma y gas lacrimógeno para desalojar a los manifestantes y permitir que el presidente caminara a una iglesia cercana a la Casa Blanca y posara ante los medios.
Pero cuando se hizo de noche horas después de los comentarios del presidente en el jardín de rosas de la Casa Blanca, la violencia estalló por séptima noche consecutiva. Los manifestantes incendiaron un centro comercial en Los Ángeles y saquearon tiendas en la ciudad de Nueva York.
“Los alcaldes y gobernadores deben establecer una presencia policial abrumadora hasta que la violencia haya sido sofocada”, dijo Trump.
“Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré al Ejército de Estados Unidos y resolveré rápidamente el problema por ellos”, añadió.
Después de estas declaraciones, Trump caminó desde la Casa Blanca a través de un área que había sido despejada hasta la cercana Iglesia Episcopal de St. John, donde tomó una Biblia en la mano mientras posaba ante los fotógrafos con su hija Ivanka, y con el fiscal general de los Estados Unidos, William Barr.
El obispo de la diócesis de la Iglesia Episcopal en Washington D.C., Michale Curry, fue uno de los que criticó el uso de la histórica iglesia por parte de Trump para una foto.
“Al hacerlo, usó el edificio de la iglesia y la Santa Biblia con fines políticos partidistas”, dijo en Twitter. La iglesia había sufrió daños no relevantes por un incendio durante las protestas del lunes por la noche.
Las fuerzas de seguridad que se movilizaron contra los manifestantes en la Casa Blanca incluyeron a la policía militar de la Guardia Nacional, el Servicio Secreto, la policía del Departamento de Seguridad Nacional y la policía del Distrito de Columbia. La Casa Blanca dijo que estaba despejando la zona antes de un toque de queda.
Unas horas después de la revuelta de Washington, miles de personas marcharon por las calles de Brooklyn, gritando “¡Justicia ahora!” mientras los coches pasaban al lado, con algunos conductores tocando el claxon en apoyo a las protestas.
Imágenes de televisión mostraban a multitudes rompiendo ventanas y saqueando tiendas de lujo a lo largo de la Quinta Avenida en Manhattan, uno de los distritos comerciales más exclusivos de la ciudad, antes del toque de queda de las 11 de la noche. El alcalde Bill de Blasio dijo que el toque de queda se trasladaría a las 8 p.m. el martes.
Dos policías fueron atropellados por un coche en una manifestación en Buffalo, Nueva York, el lunes por la noche. El jefe del condado de Erie, Mark Poloncarz, dijo que presuntamente el conductor y los pasajeros del vehículo estaban bajo custodia. No quedó claro de forma inmediata que el incidente fuese intencionado.
En Hollywood, docenas de personas aparecieron en imágenes de televisión saqueando una farmacia después de que la puerta principal fuera destrozada. Se rompieron las ventanas de un Starbucks y dos restaurantes cercanos antes de que los sospechosos se dispersaran al llegar la policía.
Cactus24 02-06-20