Desde la madrugada de este lunes 1° de junio, ya había colas en las estaciones de servicio en Carabobo, muchos a la expectativa sobre el nuevo esquema de venta de combustible en el país. Caos, molestia, lentitud, confusión, marcaron la pauta en esta jornada.
Conductores que se mantenían en cola desde muy temprano manifestaron que algunas gasolineras comenzaron a despachar tarde por no tener el sistema Biopago disponible, mientras que en otras no cobraron. La confrontación comenzaba cuando llegaban usuarios a surtir con dólares en efectivo y no había para regresar cambio.
Andreina Bustamante llegó a las 7 de la mañana a una estación de servicio en el municipio San Diego. Luego de 8 horas en la fila para abastecer su vehículo con gasolina subsidiada, logró hacerlo. Al menos allí no pedían ningún tipo de documentación. Solo anotaron sus datos en un cuaderno donde debió firmar con un bolígrafo que tenía la persona encargada de hacer ese proceso. Ni siquiera de cobrar. Por hoy, la gasolina «era gratis». Y así, con cada conductor que llegaba. «¿Cuántas personas habrán firmado con el mismo bolígrafo? ¿Se cumplían las normas preventivas ante el COVID-9?
Mientras unos pasaban horas en las colas para surtir combustible, otros corrían las calles del centro de Valencia, que lució abarrotado, más de lo normal. Algunas personas sin tapaboca y en los comercios tampoco se cumplían los protocolos sanitarios. La aglomeración en los transportes públicos no fue la excepción.
CACTUS24 01-06-20
