Han pasado 40 años desde que Pac-Man, el personaje de videojuegos probablemente más reconocible del mundo, debutara ante un público que cayó rendido ante su sencillez y transformó a una afición hasta entonces mucho más masculinizada.
Aunque el lanzamiento oficial del juego en salas recreativas de Japón fue en julio de 1980, sus creadores consideran que el 22 de mayo es el nacimiento de Pac-Man porque fue cuando se instaló la primera máquina en un test de ubicación en el popular barrio tokiota de Shibuya, dejándose ver ante el público general.
El aclamado juego se presentó ante los japoneses como Puck-Man, el nombre original del título, que terminó adaptando su grafía a la pronunciación (Pac) para evitar que el público estadounidense sustituyera la «p» por una «f» y el juego terminara soezmente desvirtuado.
El juego buscaba atraer al mayor público posible (mujeres, niños, parejas) a los centros de salas recreativas, mayoritariamente frecuentados por hombres y repletos de títulos de acción influidos por el «shoot ‘em up» (matamarcianos) de éxito «Space Invaders».