Trece jóvenes de la “seguridad indígena” fueron asesinados en una emboscada de grupos irregulares ligados a la minería ilegal que se desarrolla en el Alto Caura, estado Bolívar.
Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela (Ciev), denunció la masacre basado en los testimonios de líderes indígenas de los 53 pueblos yekuanas y sanemas, de la cuenca de El Caura, integrantes de la organización Centinelas del Caura.
“El grupo de hombres armados llegó a la zona disparando sin previo aviso. Días antes del ataque, el grupo minero había convocado a los líderes de la comunidad yekuana a una reunión en la mina ‘La Bullita’, invitación que fue rechazada por los capitanes la noche anterior a la agresión», narraron.
El diputado por el estado Bolívar, Américo De Grazia, reiteró la denuncia en su cuenta de Twitter “ya los propios yekuana lo habían advertido”, refiriéndose a que en días previos los indñigenas denunciaron la presencia del ELN en la zona minera.
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