Los controles fronterizos, cierres y escasez de vuelos por la pandemia de coronavirus aumentaron el precio de las drogas que ahora son más difíciles de obtener en todo el mundo, reveló la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en un informe publicado el jueves.
La pandemia provocó un efecto mixto en la producción de drogas en diferentes regiones y en el contrabando por aire, tierra y mar, pero la tendencia general en los países donde se consumen drogas parece ser relativamente uniforme, dijo la UNODC en el informe sobre COVID-19.
“Muchos países de todas las regiones han informado de una escasez general de numerosos tipos de drogas a nivel minorista, así como aumentos en los precios, reducciones en la pureza y que los consumidores de drogas han estado cambiando la sustancia (por ejemplo, de heroína a opioides sintéticos) y/o accediendo cada vez más a tratamiento contra las drogas”, sostuvo el informe.
Si bien los opioides como la heroína se transportan casi por completo por tierra, donde el aumento de los controles puede interrumpir las entregas, la cocaína se envía principalmente por mar. Un aumento reciente en las incautaciones de heroína en el Océano Índico podría indicar un aumento en los envíos de heroína a Europa por mar, precisó la UNODC.
La actual falta de vuelos probablemente tendrá un efecto “particularmente drástico” en el contrabando de drogas sintéticas, incluida la metanfetamina, a países como Corea del Sur, Japón y Australia, explicó.
En Afganistán, el mayor productor mundial de heroína, la cosecha de opio entre marzo y junio podría verse interrumpida si los trabajadores no pueden o no quieren viajar, dijo la UNODC.
“Ya se ha observado una escasez de los trabajadores de las adormideras en las provincias occidental y meridional del país, principalmente debido al cierre de un cruce fronterizo con Pakistán”, aseguró.
“Sin embargo, las mujeres en los hogares que cultivan adormidera parecen estar cada vez más involucradas en el proceso de obtención de la droga, al igual que las personas que perdieron sus empleos debido a la crisis de COVID-19”, agregó.
En los países de Sudamérica donde crecen los cultivos de coca, la materia prima de la cocaína, el panorama fue variado.
“La producción de cocaína parece estar siendo obstaculizada, ya que los productores, especialmente en el este de Colombia, están sufriendo una escasez de gasolina, que previamente fue contrabandeada desde la República Bolivariana de Venezuela y es esencial en la producción de cocaína”, reveló el informe, sin establecer una conexión al COVID-19.
En Bolivia, los desafíos recientes relacionados con la propagación de COVID-19, combinados con la turbulencia política a fines de 2019, parecen estar limitando la capacidad de las autoridades estatales para controlar el cultivo de cocales, dijo la UNODC.
Cactus24 07-0-20