Los apagones y fallas de voltaje se han trasformado en un calvario diario para todos los trujillanos, más de diez bajones y todos los días apagones que van desde las tres a seis horas continuas afectan el escaso comercio que sobrevive a la cuarentena, los trabajos que se realizan a distancia por la falta de internet y a numerosos electrodomésticos que se han averiado producto del inconstante servicio.
Tras un servicio intermitente los ciudadanos en uno de los municipios más afectados, Boconó, agotados de los racionamientos eléctricos empezaron a cacerolear e incluso se registraron quema de cauchos en vías públicas, la molestia es tal que los vecinos desde los balcones y ventanas salen con sus tapabocas a protestar.
Sectores como el casco central de Boconó, La Milla, La Vega, Loma El Guamo, entre otros, se unieron al sonido ensordecedor de las cacerolas, mientras que la quema de caucho también se hizo presente, lo que obligó a que funcionarios policiales se trasladaran al lugar para retirar los escombros e intimidad con perdigones al aire, el día miércoles y jueves respectivamente.
Los racionamientos van en aumento y ninguna autoridad se pronuncia al respecto, y así Trujillo capital, Valera, San Rafael de Carvajal, Sucre, Motatán y más municipios son víctimas del mismo problema, esperan que CORPOELEC tome medidas para normalizar el servicio.
CACTUS24 07-05-2020