Italia comenzó el lunes la relajación del confinamiento contra el coronavirus más largo de Europa al permitir a unos 4,5 millones de personas volver al trabajo después de casi dos meses en casa y permitir al fin que las familias se reencuentren.
Un continuo zumbido de coches, autobuses y motos anunciaba el aumento de los desplazamientos a primera hora de la mañana, si bien el tráfico seguía siendo notablemente más ligero que antes de la llegada del virus en febrero.
El Gobierno italiano ha ordenado un desconfinamiento gradual, dando luz verde a las fábricas para que reanuden la actividad de sus líneas de producción. También ha permitido la reapertura de los parques, dando a los niños la oportunidad de correr, mientras que los familiares podrán reunirse de nuevo.
Sin embargo, sigue pidiéndose que se mantenga la separación entre amigos y la mayoría de las tiendas deben permanecer cerradas hasta el 18 de mayo. Los restaurantes y bares sólo pueden ofrecer comida para llevar, mientras que escuelas, cines y teatros seguirán cerrados por tiempo indefinido.
Gianluca Martucci era uno de los pocos que pudo volver al trabajo este lunes, levantando las persianas de su pequeño almacén en las callejuelas de Roma por primera vez desde el 12 de marzo, cuando entró en vigor el confinamiento a escala nacional.
“Es bueno estar de vuelta, pero el mundo ha cambiado totalmente”, dijo. La empresa para la que trabaja normalmente organiza bodas y eventos corporativos, pero estos hace tiempo que se han cancelado y la empresa se está adaptando ofreciendo servicios de cátering para llevar.
Aunque estaba contento de volver al negocio, le preocupaba que las infecciones vuelvan a aparecer con el mayor contacto entre personas.
“El Gobierno ha sido muy sabio hasta ahora, pero me preocupa que volvamos empezar demasiado pronto”, dijo. “No sé si el país podría sobrevivir a una segunda ola.”
“FASE DOS”
Con casi 29.000 muertes por COVID-19 desde que apareció su brote el 21 de febrero, Italia tiene el segundo mayor número de defunciones del mundo después de Estados Unidos.
Además, el recuento diario de muertes y nuevas infecciones ha disminuido más gradualmente de lo que esperaba el Gobierno, lo que ha llevado al primer ministro, Giuseppe Conte, a adoptar un enfoque paulatino a la hora de poner fin al confinamiento, que se ajustará constantemente en función de las tendencias de contagio.
“Todavía estamos en plena pandemia”, dijo Conte en una entrevista con el periódico La Stampa el domingo, subrayando que la llamada “fase 2” del confinamiento “no debe ser vista como una señal de que todos somos libres”.
La flexibilización de la cuarentena se ha visto empañada por la falta de claridad sobre qué actividades están permitidas a partir del lunes, e incluso qué casas podrá visitar la gente.
La confusión se vio agravada por las directrices publicadas por el Gobierno durante el fin de semana, que rápidamente se convirtieron en el blanco de críticas y burlas generalizadas en las redes sociales.
Éstas señalaban que se permitirían las visitas incluso a parientes lejanos, incluyendo a los hijos de primos, o a los primos de los cónyuges, así como las visitas a cualquiera con quien se tenga “un vínculo afectivo estable”.
Sin embargo, no dijeron si la amistad contaba como un vínculo estable de afecto, hasta que un mensaje no oficial de la oficina del primer ministro enviado a los medios de comunicación explicó que las visitas a los amigos todavía no están permitidas.
Conte dijo que la “fase 2” incluirá más pruebas para ver quién tiene el virus, con 5 millones de test que se enviarán a las regiones en los próximos dos meses. Además, a partir de esta semana se harán unos 150.000 análisis de sangre para tener una idea de cuántos italianos han desarrollado ya anticuerpos.
Cactus24 04-05-20