Ante la pregunta relativa a la ayuda de 5000 millones de dólares que le solicitó el gobierno de Venezuela al FMI, Douglas Játem Villa considera que la comunidad internacional, de la cual es miembro el FMI, tiene el deber de proporcionar ayuda a cualquier país que la necesite, en este caso para combatir la enfermedad COVID 19, agregándo que de esa forma se está también colaborando en la lucha contra la enfermedad en todo el mundo, al evitar, u obstaculizar, su propagación.
Para Játem, aceptando tantas manifestaciones relativas a la gravedad de la situación de Venezuela, incluyendo las más respetables desde el punto de vista científico, nadie puede negar que los venezolanos necesitamos en forma muy significativa esta ayuda, y agrega que el mismo gobierno, tan dado a magnificar sus capacidades diversas, la ha planteado con toda la difusión del caso.
El profesor universitario destaca que esa asistencia tiene que prestarse bajo el cumplimiento de las normas diversas que haya establecido la comunidad internacional al respecto, las cuales se piensa que pueden incluir la aplicación de las disposiciones científicas emanadas de la OMS por parte del gobierno ayudado, en este caso el venezolano, lo que puede significar la necesidad de un equilibrio acertado entre la normativa mundial y la soberanía de los países. Más aún, Játem puntualiza que esta interdependencia se registra también en materia económica, dado que algunas iniciativas en este ámbito, por parte de algunos países, pueden tener implicaciones negativas significativas sobre el desenvolvimiento de la comunidad mundial, como es el caso fácilmente comprensible de la producción mundial de petróleo, y también de alimentos.
Pero, desde otro punto de vista Douglas Játem observa que el caso de la solicitud de ayuda por parte el gobierno de Venezuela registra una complejidad muy grande, la cual se desprende del hecho de que desde un punto de vista institucional, legal, se considera que si un solicitante de ayuda al FMI no es reconocido por éste, el ente internacional no puede conceder lo solicitado, respecto de lo cual los venezolanos, y en general la colectividad mundial, conocemos que la condición de legitimidad del gobierno de Maduro es insuficiente, dado, por un lado, que su comportamiento en materia de respeto de derechos humanos es cuestionada, y por otro lado, que su calidad de presidente es también cuestionada, como consecuencia de la ilegitimidad de la “elección” realizada en mayo de 2018.
El miembro de la Academia Nacional de Economía reconoce que esto ha determinado que en el seno del FMI se registra la negativa, prácticamente automática, del ente a reconocer la legitimidad del Maduro como Presidente de Venezuela, a reconocer al solicitante de ayuda, de lo cual se desprende que el ente internacional no puede conceder la ayuda solicitada. Se está frente a un caso en el cual se requiere con toda la gravedad del momento la ayuda solicitada, pero al mismo tiempo la imposibilidad institucional de proporcionarla; es decir, se está frente al caso que refleja muy bien la muy grave realidad institucional de nuestro país, la cual no ha podio ser superada.
En conclusión, para Játem se tiene que aceptar, estrictamente con relación a la ayuda solicitada al FMI, dejando a salvo otras iniciativas que puede estar acometiendo el gobierno, que es imprescindible que Venezuela sea reconocida por el ente internacional. Pensando en el contexto global de la situación de Venezuela, Játem Villa imagina que esto puede originar que el sector que se puede denominar “madurista”, y el sector que se puede denominar “oposición democrática mayoritaria”, y posiblemente el sector que se puede denominar “mesa de negociación, reflexionen en busca de una solución posible para el caso del FMI, y adiciona que no está demás “soñar” que los directivos políticos actúen con responsabilidad, conjuntamente con la sociedad venezolana, y logren que esta salida signifique también, una solución para la tan sufrida realidad del pueblo de Venezuela.
Cactus24 (18-03-2020)