Ante la mirada de compañeros de faena y apenas luz del día, unos ladrones asesinaron a tiros al pescador Joaquín Enrique Vega Semprún, de 52 años, en el Lago de Maracaibo. Los homicidas cargaron con su botín: un motor fuera de borda, tres redes y un bote de madera.
El cadáver lo remolcaron hasta la orilla del muelle de PDVSA, en el sector La Rosa de Cabimas, otros pescadores, quienes confesaron a los detectives de la Policía científica su impotencia y vieron desde lo lejos el asesinato y no pudieron intervenir por temor a perder también su vida.
El crimen se investiga como una resistencia al robo.
El Lago está plagado de piratas y mafias que atacan sin piedad a los pescadores para llevarse los peces, sus embarcaciones y la vida.
Anamaría 8, el bote de Vega quedó a la deriva tras el asesinato de su capitán.
Cactus24 (04-02-2020)