En la morgue del Servicio Nacional de Medicinas y Ciencias Forenses (Senamecf) de Barcelona, estado Anzoátegui, había sido ingresado el cadáver de un niño de cuatro años de edad, al cual le practicarían estudios de toxicología para determinar la causa de muerte, luego de conocerse que lo atacó un animal ponzoñoso.
De manera extraoficial se supo que los resultados arrojaron que el pequeño tenía en el torrente sanguíneo veneno de serpiente, por lo que quedó esclarecido que el caracol que supuestamente tocó la víctima no le causó el deceso.
Se debe recordar que el menor se hallaba jugando en el garaje de la casa de sus padres, situado en la calle El Crucero de El Chaparro, del sector Chorrerón municipio Guanta. Eran las 6:30 pm cuando el infante fue mordido por la culebra -cuyo nombre se desconoce- en uno de los dedos de la mano izquierda.
El niño, antes de presentar decaimiento en su cuerpo, le había dicho a su papá que fue un caracol que lo picó. Los familiares no creyeron esa versión y lo trasladaron de inmediato a un centro de salud de la zona, luego lo ingresaron al hospital César Rodríguez de Puerto La Cruz donde los galenos pudieron estabilizarlo.
Sin embargo, como el veneno ya había recorrido gran parte del cuerpo de la víctima, comenzó a presentar dificultades para respirar. En la lucha por mantenerlo con vida, los padres del menor lo llevaron luego al hospital Dr. Luis Razetti de Barcelona pero allí dejó de latir su corazón.
Cactus24 (04-02-2020)