Tiempo y motivación. Son los dos ingredientes básicos para tener una vida físicamente activa, y ambos salen reforzados después de conocer los resultados de un estudio que ha analizado las costumbres de 750.000 personas, durante 10 años. Según el trabajo, la actividad física reduce el riesgo de desarrollar siete tipos de cáncer, un efecto que, además, es más acusado cuanto más movimiento incorpore uno a su rutina. Los investigadores han comprobado que 2,5 horas de ejercicio vigoroso (como correr, nadar y montar en bicicleta) o entre 2,5 y 5 de actividad moderada (son actividades como caminar a un ritmo alto) disminuyen las probabilidades de tener cáncer de mama, de colon, de endometrio, de riñón, de hígado, mieloma y linfoma no Hodgkin.
Los científicos han estudiado la asociación entre la actividad física y 15 tipos de la enfermedad en personas de Estados Unidos, Europa y Australia, y han concluido que la mitad puede prevenirse con el ejercicio. En concreto, han observado que reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama entre el 6 y el 10%; entre el 11% y el 17% en el de riñón; del 14% al 19% en los casos de mieloma; del 18% al 27% en los de cáncer de hígado; del 11% al 18% cuando se trata de linfoma no Hodgkin; del 8% al 14% si la enfermedad afecta al colon y del 10% al 18% si el tumor aparece en el endometrio, según expresa la información contenida en el diario El País de España.
Los datos también señalan que la protección no es la misma para los hombres que las mujeres, y que hay casos en los que el beneficio solo aparece en uno de los sexos. Concretamente, la reducción del riesgo de sufrir cáncer de colon fue detectada solo en los hombres, y la del linfoma no Hodgkin solo fue visible en las mujeres estudiadas.
En la línea de las recomendaciones vigentes
La relación entre el ejercicio y el cáncer no es nueva, «hace tiempo que sabemos que la actividad física está asociada con un riesgo menor de desarrollar cáncer de colon y mama», dice el artículo, publicado en la revista Journal of Clinical Oncology. Pero cuánto tiempo de ejercicio y de qué tipos de cáncer protege es difícil de determinar.
Con motivo de la elaboración de una nueva edición de las recomendaciones de actividad física de Estados Unidos, un comité de expertos evaluó más de 40 trabajos científicos que repasaban lo que se había publicado sobre el tema. Concluyó que «no fue posible determinar los niveles exactos de actividad física que proporcionan un nivel determinado de efecto». La diversidad metodológica de las investigaciones analizadas está detrás de esta complicación.
El nuevo análisis estadístico trata de aportar un poco más de claridad, pero también tiene sus limitaciones. Una de las más importantes es que los datos que han cuantificado el ejercicio se obtuvieron a partir de diarios que escribieron los 750.000 participantes, y se limitaron al tiempo de ocio. Otra limitación es que el estudio fue meramente observacional, lo que significa que no puede deducirse de él una relación causa-efecto.
Con todo, parece sensato considerar adecuadas las cifras que proporciona el nuevo trabajo, puesto que siguen la línea de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que habitualmente se tienen en cuenta para reducir el riesgo de padecer otras dolencias, como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. La OMS también recomienda un mínimo de 150 minutos de actividad física moderada a los adultos, y también apunta que más ejercicio conlleva mayores beneficios.
Cactus24 (10-01-2020)