De manera extraoficial se conoció que durante el 2019, supuestamente, habrían sido ingresados a la morgue de Valencia mil 542 cadáveres. La cifra incluye: casos de homicidios, suicidios, tránsito, muertes por determinar y natural.
En comparación con el 2018, se habría registrado una disminución de mil 26 casos, pues en ese año ocurrieron 2 mil 568 decesos por distintas circunstancias. Lo que quiere decir que, en promedio, cuatro personas fueron ingresadas a diario al Departamento de Patología Forense.
Debido al hermetismo en los cuerpos de seguridad, no se tienen cifras exactas de los asesinatos ocurridos durante el año que acaba de terminar. Sin embargo, se conoció que entre los móvil que mayor cobran fuerza está el ajuste de cuentas y resistencia a la autoridad.
Uno de los asesinatos más relevantes que ocurrió en 2019 fue el de Camilia Sofia. Una niña de 4 años que en febrero fue abusada sexualmente, tortura y hallada sin vida en un canal de aguas servidas en el barrio Trapichito, al sur de Valencia. Por el caso fue detenido «El Mudo», tras confesar su autoría en el hecho. Esa era la segunda vez que lo capturaban por violar a un niño. Actualmente se desconoce si continúa tras las rejas o habría recibido alguna medida cautelar como la primera vez.
En abril fue localizado el cadáver de la oficial de la Policía Nacional Bolivariana Karla Medina, en las cercanías de la Universidad de Carabobo. Su entonces pareja sentimental, el supervisor jefe de ese mismo cuerpo policial William Acosta, se convirtió en un asesino confeso, luego de relatar a sangre fría cómo cometió el crimen que, además, terminó al siguiente día con una balacera dentro de la sede policial, toda vez que Acosta también ultimara a otro funcionario e hiriera de bala al jefe de ese comando. Se supo que el hombre continúa detenido por los hechos en la sede del Cicpc en Plaza de Toros.
También ocurrieron varios infanticidios como el de Arcángel, un bebé de apenas dos meses de nacido que fue asesinado a golpes por su papá, de 14 años de edad, en El Cafetal, municipio Montalbán, al occidente de Carabobo. Después de varios días fue enviado a un retén de menores en Naguanagua. Por ese hecho también fue detenida la mamá del pequeño, Toribia Rojas, de 43 años, a quien conocían en la comunidad como «La Tori».
Quien sí recibió una medida de arresto domiciliario fue Juan Josep Jokim, de 30 años, tras permanecer varios días detenido en la subdelegación Las Acacias del Cicpc, luego que los detectives del Eje de Investigaciones de Homicidios descubrieran que el hombre fue el autor material del asesinato de su padre, el reconocido empresario Renee Jokim Prado, ultimado en junio por unos sicarios cuando bajó de su carro para entrar a almorzar en un restaurante en la urbanización La Alegría, al norte de la ciudad.
En relación a las estadísticas obtenidas por Cactus24 en Carabobo, el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, en días pasados aseguró a través de su cuenta en Instagram que el estado salió del ranking de las regiones más peligrosas del país. «Ese fue el leitmotiv de nuestra campaña y creo que dos años después podemos decir que le hemos cumplido a la gente. En el 2020 queda todavía mucho por hacer pero seguro estoy que seguiremos mejorando y avanzando en la reducción de índices», posteó
Lacava se basa en las estadísticas publicadas recientemente por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), quien en su lista de 2019 Carabobo no figura entre los primeros diez estados más peligrosos de Venezuela. Mientras que en 2018 ocupaba el puesto número 7 y en 2017 el 6.
Aunque la misma ONG cita en su informe anual sobre la situación de violencia: «Los resultados muestran muestran una importante disminución en el número y en la tasa de muertes violentas, sin embargo, no creemos que esto sea el resultado de una mejoría en condiciones sociales, sino, todo lo contrario, del empeoramiento de dichas condiciones de vida y de la generalización de la crisis humanitaria compleja que atraviesa el país».
Cactus24 (02-01-2020)
