Kirk Douglas, el último superviviente de los iconos masculinos de la edad de oro de Hollywood, cumple hoy 103 años con la intención de celebrar la señalada fecha rodeado de sus seres queridos en una reunión íntima alejada de los festejos que han ocupado sus aniversarios anteriores.
El legendario actor es, junto con la intérprete de la mítica «Gone with the wind» Olivia de Havilland (103 años), el más longevo de toda la historia de Hollywood, un motivo por el que su familia ha organizado grandes celebraciones por cada uno de sus cumpleaños, aunque en esta ocasión prefiere pasar el día tranquilamente con sus seres queridos, tal y como explicó su hijo Michael Douglas.
«Me está suplicando que tengamos una cena con la familia, que lleve a los niños», reconoció sobre su padre el también actor en una entrevista reciente con Jimmy Kimmel.
Según Michael, de 75 años y esposo de Catherine Zeta-Jones, cuando Kirk superó el siglo de vida, la familia pensó que cada año nuevo merecería ser celebrado por todo lo alto.
Así comenzó una tradición de organizar grandes fiestas que, con el 103 cumpleaños, Kirk espera que se rompa para pasar un tiempo tranquilo junto a sus hijos, nietos y su mujer, Anne Buydens, quien cumplió 100 años esta primavera.
El longevo matrimonio se conoció en el rodaje de «Act of Love», cuando ella ejercía como publicista en la película, y aunque en un principio Anne no mostró interés por la superestrella de Hollywood, el matrimonio ha permanecido unido 65 años.
«Yo era una gran estrella del cine. La invité a cenar y me dijo que no, que gracias pero que estaba cansada», recordó Kirk en una entrevista en la que admitió que su esposa era la mujer «más complicada» que había conocido en su vida.
El actor nació en Nueva York en 1916, en el seno de una familia humilde de campesinos emigrados desde una región del antiguo Imperio Ruso (actualmente Bielorrusia).
De nombre original Issur Danielovitch Demsk, hizo historia en el cine con interpretaciones como la del pintor Vincent Van Gogh en «Lust for Life» o el protagonista de «Spartacus», la cinta de Stanley Kubrick.
Recibió un Óscar honorífico en 1996 y es padre del también actor Michael Douglas, quien ya es uno de los veteranos de la generación heredera de aquel Hollywood clásico en el que Kirk brilló.
Antes de destacar en el mundo del séptimo arte, Kirk tuvo que trabajar desde niño como vendedor de refrescos en la calle o repartidor de periódicos, hasta que llamó la atención en la escuela por su oratoria y sus recitales de poesía, un talento que impulsó su deseo de convertirse en actor profesional.
Su sueño comenzó a materializarse cuando a los 20 años consiguió una beca para ingresar a la Academia de Arte Dramático de Nueva York, un entorno en el que conoció a la actriz Lauren Bacall, quien recomendó su nombre a productores de Hollywood y ayudó a potenciar su carrera.
Cambió su nombre a Kirk Douglas en 1942, cuando se alistó al ejército estadounidense como oficial de telecomunicaciones durante la II Guerra Mundial.
Tras un periodo de dos años, Kirk aterrizó en Hollywood y deslumbró con su papel de boxeador en «Champion», por el que rechazó otros trabajos y con el que impulsó su ascenso al estrellato escribiendo la longeva historia de una leyenda que sigue viva.
Cactus24 09-12-19