La tuberculosis se ha convertido en una de las principales causas de muerte en los penales y centros de detención del país, según los monitoreos efectuados por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP). El hacinamiento y el hambre son dos factores fundamentales para que esta enfermedad, que debería estar erradicada, prolifere detrás de unos barrotes.
El Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de la Costa Oriental del Lago, situado en Cabimas en el estado Zulia, conocido como retén de Cabimas, tiene una población entre 1.700 a 2.000 presos y tiene una capacidad para albergar a 350 personas, lo que se traduce a un hacinamiento de 485%.
Desde el 13 de noviembre, los presos del retén de Cabimas padecen una serie de irregularidades. Según lo denunciado a OVP, les suspendieron la visita y el pase de paquetería, por lo que decidieron atrincherarse en los techos de las torres para visibilizar sus denuncias.
Desde ese momento hasta ahora, el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS) tomó las instalaciones del recinto policial, pero no ha existido una conversación alguna con los presos.
Hoy los presos denuncian a OVP que su situación ha empeorado, pues se les está agotando los alimentos que les llevaban sus familiares. Anteriormente dejaban pasar al retén comida cruda, la cual era llevada de forma semanal y ellos adentro se encargaban de cocinarla. “Nosotros ayudamos a los que no les traen comida, les damos algo, porque muchos aquí no tienen familia que les traiga porque son de escasos recursos, pero si nosotros no tenemos qué comer cómo les damos a ellos”, exclamó un recluso al equipo de OVP.
Un familiar explicó que no todos los días pueden llevar comida porque no viven en Cabimas, viajan desde otras partes del Zulia y existen otros familiares que ni siquiera son del estado.
Esta situación ha acelerado el deterioro de los presos que están enfermos con tuberculosis, los mismos reclusos calculan que son alrededor de 40 o 50. “Están muy desnutridos, las condiciones son inhumanas. Los tratamientos de algunos son suministrados por sus familiares porque aquí el Gobierno no nos dan nada, pero desde hace más de una semana que no los dejan pasar”, denunció un preso al equipo de OVP.
Como prueba enviaron un video de algunos de los enfermos que están recluidos en el pabellón B. En las imágenes se observa que muchos se encuentran en estado de desnutrición.
Carolina Girón, directora del OVP, advirtió que esta situación es crítica, pues la vida de los presos corre peligro. En ese sentido, exigió la inmediata atención de quienes tienen tuberculosis y que además el Estado les garantice los tratamientos al día para tratar su enfermedad.
“Los presos del retén de Cabimas son condenados a muerte al no suministrarles tratamiento”, enfatizó Girón, al tiempo que hizo un llamado a la Defensoría del Pueblo y al Ministerio Público para que cumplan con su rol e investiguen lo que está sucediendo en ese recinto policial, además de tomar acciones inmediatas.
Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones