Akitoshi Okamoto es un jubilado japonés habitante de Tokio que al parecer no estaba muy conforme con el servicio que le prestaba su compañía de teléfonos. Para demostrar su descontento, el hombre realizó unas 24 mil llamadas en ocho días al número gratuito de atención al cliente de la empresa para quejarse e insultar al personal.
Este exceso en la protesta realizado por el anciano le valió terminar detenido por la policía de Tokio, según informa la agencia AFP.
La detención del quejoso jubilado se produjo la semana pasada. La compañía telefónica que recibió sus constantes agresiones se trata de KDDI. Según medios locales, el anciano realizaba sus miles de llamadas desde un teléfono público y no se cansaba de expresar su insatisfacción por el servicio recibido.
«El hombre exigía que el personal de KDDI le pidiera disculpas por violar su contrato. También solía colgar rápidamente después de marcar el número», señaló un vocero de la policía de Tokio.
Okamoto fue detenido acusado de haber hecho «obstrucción fraudulenta de los negocios», agregó el vocero, una carátula que se le abre a una persona cuando de una manera u otra altera o impide el funcionamiento habitual de una compañía.
Según la BBC, cuando Okamoto fue arrestado por la policía, aseguró ser la víctima de la situación, no el causante de ningún delito.
Japón registra un creciente número de problemas sociales causados por el rápido envejecimiento de la población. Los conductores de edad suelen causar graves accidentes de tráfico y las compañías ferroviarias se quejan de que cada vez son más habituales los casos de violencia contra el personal protagonizados por clientes mayores, según consigna AFP.
Cactus24 (5-12-2019)
