El número de muertos durante los más recientes enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de Bolivia y un grupo de manifestantes en El Alto, la segunda ciudad más poblada del país, subió a seis, informó este miércoles la Defensoría del Pueblo.
Los sucesos se produjeron el martes cuando un escuadrón conformado por militares y policías buscaba desbloquear una planta de distribución de combustibles en la zona alteña de Senkata.
La Defensoría del Pueblo comunicó en su portal de internet que cuatro de las víctimas fatales no han sido identificadas mientras que las otras dos son varones de 38 y 31 años, todos supuestamente manifestantes que pedían la renuncia de la presidenta interina, Jeanine Añez, y el regreso al país de Evo Morales.
Al menos cinco de los fallecidos están siendo velados en una parroquia de Senkata, según confirmó a Efe la oficina de comunicación de la Defensoría del Pueblo.
La Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, fue a la zona del conflicto en esta jornada para tener la certeza de la identidad de los fallecidos y la cantidad de heridos.
Los disturbios en la planta de combustibles de Senkata derivaron en una refriega en la que se utilizaron gases lacrimógenos, explosivos, piedras y la sospecha de utilización de armas letales.
En redes sociales se advirtió sobre la posibilidad de hacer explotar la planta de combustible después de que se publicaran imágenes de manifestantes tumbando un muro exterior de ese campamento y lanzando explosivos.
También se difundieron imágenes de varios heridos con aparentes impactos de armas de fuego en el cuerpo.
La respuesta de los manifestantes fue calificada el martes por la noche como «terrorismo» por el ministro interino de Defensa, Fernando López, quien además manifestó que no se disparó en aquel operativo que escoltó un convoy de carros cisterna para la provisión de combustible a La Paz y El Alto.
Mientras que el sector que protestaba acusó a los militares de utilizar armamento letal contra los manifestantes.
Ya son 30 los muertos en distintos sucesos dentro de la crisis en Bolivia, que comenzó después de las elecciones del pasado 20 de octubre, mientras que los heridos son 775, según la Defensoría del Pueblo.
Evo Morales abandonó Bolivia el pasado 11 de noviembre después de que las Fuerzas Armadas lo forzaran a dejar el cargo y recibió asilo en México. La renuncia de Morales ha sido calificada como «golpe de estado» por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos.
Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.
Cactus24 20-11-19