El Gobierno de Bolivia calificó de «atentado criminal y terrorista» el ataque con un explosivo a una central eléctrica en la zona andina del país, que investiga la Policía tras dejar sin servicio a unos 1.500 usuarios.
El ministro de Energías de Bolivia, Rafael Alarcón, empleó estos términos en una comparecencia ante los medios en La Paz, en la que relató que la explosión se produjo en la madrugada hora local en una subestación eléctrica en la región de Oruro.
La central quedó inhabilitada, dejando sin servicio a poblaciones como Machacamarca y Poopó, y la Policía investiga el hecho, comentó el ministro.
«No tenemos identificado absolutamente a nadie», apuntó Alarcón, quien aseguró desconocer qué tipo de «artefacto explosivo» fue utilizado.
La autoridad destacó que la prioridad es reponer el servicio, que afectó a antenas de telecomunicaciones de empresas de telefonía, sin que se haya analizado aún el daño económico.
Alarcón lamentó «el estado de situación que vive nuestro país», en referencia a las protestas que se suceden en Bolivia desde las elecciones del pasado 20 de octubre.
Bolivia atraviesa una crisis política y social desde que la oposición y comités cívicos denunciaran tras los comicios un fraude electoral a favor del presidente Evo Morales, quien argumenta que estas denuncias son un intento de golpe de Estado para derrocarle.
El ministro manifestó que el «derecho a la protesta lo tiene todo el mundo», pero advirtió de «la delgada línea entre la protesta y el delito», para reiterar que la explosión fue un «atentado criminal y terrorista».
El Sistema Interconectado Nacional, al que pertenece la subestación, depende de una de las sociedades de la estatal Empresa Nacional de Electricidad (Ende).
La zona en que se encuentra la central es un área rural cercana al lago Uru Uru y a la ciudad de Oruro.
Cactus24 08-11-19