El hallazgo de una bebé muerta que hiciera un indigente en el callejón La Ceiba, avenida Bolívar norte de Valencia, llevó a los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, subdelegación Las Acacias, a realizar averiguaciones que los condujeran hasta la madre de la víctima y capturarla.
Tras ser informados sobre el hecho, los funcionarios llegaron al lugar y levantaron el cuerpo de la bebé de 42 cm y comenzaron a indagar con los vecinos para dar con la madre.
Al día siguiente llegaron a la residencia de Valeria Serbanescu Araujo, de 36 años, la principal sospechosa. La mujer estaba visiblemente decaída y dijo que se debía a unos fibromas que tenían que operarle. Sin embargo, los pesquisas le pidieron que los acompañara a un centro médico para que le realizaran un chequeo.
Al llegar a la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet) los médicos se percataron que Serbanesco tenía signos de haber dado a luz. Poco después, la mujer confesó haber traído al mundo a una niña que, supuestamente, nació muerta y al no saber qué hacer con el cuerpo, lo envolvió en sábanas verdes, unas muy similares a otras que encontraron en la casa, y la arrojó al basurero.
Sin embargo, la autopsia arrojó que la bebé nació -viva- de 38 semanas y tenía hematomas craneoencefálico, contusión cerebral y edema cerebral. Los investigadores determinaron, además, que al momento de dejarla en el basurero estaba con vida.
Algunos vecinos creen que Serbanescu tiene problemas mentales, pues en varias oportunidades la notaron extraña y decía que tenía un tumor, pero también quedó determinado que no sufre ningún trastorno psicológico.
La mujer quedó hospitalizada, pero bajo custodia policial y ahora enfrentará cargos por infanticidio.
