Cada 11 de octubre se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche: una fecha que busca rendir homenaje a uno de los productos más representativos del mundo -más en Venezuela y en el estado Falcón-.
Con el “World Dulce de Leche Day”, en inglés, que se festeja desde hace más de 20 años, se busca promocionar y rendirle homenaje a ese ícono nacional que también se hace lugar entre los paladares internacionales.
Cabe resaltar que este bocado de cielo fue reconocido como «Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina», por esto desde 1995 cada 11 de octubre se celebra este día en todo mundo.
Y en Falcón, la artesana Emilia Mercedes Castillo de Céspedes quien fue declarada Patrimonio Viviente del municipio Colina por dedicarse, más de 25 años en la elaboración de este dulce y por mantener la tradición artesanal y ancestral gastronómico falconiano de hacer el dulce de leche de cabra a leña y paleta. En 1993 crea su propia marca de dulces «Doña Emilia».
Es importante resaltar que existe una disputa por quién inventó el dulce de leche tiene varios contrincantes en América Latina. Argentina, Uruguay, Bolivia, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, Ecuador, México y algunas partes de Colombia y Venezuela. Pero también recibe el nombre de arequipe en otras partes de Colombia, Venezuela y Guatemala.
Se lo denomina manjar en Chile y manjar blanco en Perú.
Origen del dulce de leche en Venezuela
A ciencia cierta no se sabe cómo se originó este manjar en los hogares venezolanos, según el portal 1811 Venezuela Turística el dulce de leche se preparaba en los fogones criollos en los años 1800 y se servían como bocado de merienda en las tardes y fiestas de la alta clase en el país.
Receta al estilo coriano y paraguanero
El dulce de leche de cabra paraguanero tiene un sabor peculiar, ya que no se hace con azúcar ni papelón, sino con guarapo de caña, lo que le pronuncia aún más el color blanco y le da una textura más pastosa que los preparados en otros lugares.
DULCE DE LECHE CORIANO
2 litros de leche de cabra
700 gramos de azúcar (preferiblemente pulverizada, la llamada nevazúcar)
El fogón, por supuesto y si es de leña mejor
Una cacerola, de peltre o de acero inoxidable
Una cuchara de palo
Mucha paciencia
Cómo hacerlo:
Primero colamos la leche de cabra, luego la mezclamos con el azúcar en un bol hasta disolver el azúcar totalmente (es bueno que el azúcar sea pulverizada a fin de facilitar su disolución, además el dulce sabe así más a leche)
Pasamos la mezcla a la olla de peltre y la colocamos en el fogón revolviendo constantemente hasta que la mezcla tome consistencia de una pasta y se despegue de la olla, momento en que estará listo el dulce.
Retiramos del fogón esperamos que enfríe y amasamos el dulce unos diez minutos, le damos la forma deseada y envolvemos en papel transparente.
Cactus24 (11-10-2019)