La autopsia y la investigación policial sobre el jerarca de la petrolera venezolana PDVSA José Manuel Márquez Cabrera, hallado ahorcado en Madrid el pasado mes de julio, revelan que su muerte fue voluntaria, según fuentes policiales. Todas las pesquisas apuntan a que Márquez Cabrera, voluntariamente, decidió quitarse la vida debido a la “presión emocional” que vivió tras verse implicado en el caso del sumario sobre el blanqueo de capitales que afecta al exembajador de España en Venezuela Raúl Morodo, según fuentes de la investigación consultadas por EL PAÍS.
Las extrañas circunstancias de su fallecimiento (su cuerpo apareció ahorcado solo dos días después de declarar ante la Audiencia Nacional y manifestar su intención de colaborar con la justicia) desataron las sospechas de la intervención de terceras personas en su muerte que han sido investigadas sin resultado.
El juez José de la Mata, del Juzgado Central 5 de la Audiencia Nacional, que estaba de guardia el día en que se produjo el óbito, ordenó a la policía que investigara las llamadas telefónicas del móvil del fallecido para conocer a quién llamó o quiénes le llamaron a él esos días. Las pesquisas, el hallazgo de fármacos junto al cadáver y una nota que supuestamente dejó Márquez Cabrera antes de quitarse la vida han llevado a la policía a descartar “rotundamente” la implicación de terceras personas en su muerte, según los citados medios de la investigación policial.
La muerte de Márquez Cabrera generó dudas a los investigadores. No tenía sentido que solo dos días después de declarar ante el juez Santiago Pedraz y la fiscal anticorrupción Ana Cuenca en la Audiencia Nacional en relación con el caso Morodo, el viernes 19 de julio, y manifestar su intención de tirar de la manta sobre la corrupción que azotó a la petrolera, su cuerpo fuera hallado ahorcado en una oficina situada en el número 12 de la avenida de Mirasierra, en el municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes.
Solo 24 horas después de su declaración judicial, el venezolano de 48 años y origen español había trabajado junto a un socio y amigo en la oficina donde fue hallado su cuerpo sin vida. Como el exdirectivo de PDVSA no respondía a las llamadas, su socio se acercó la oficina y encontró la puerta cerrada. A las 14.10 llamó a la Policía Local de ese ayuntamiento y les trasladó sus sospechas de que Márquez podría encontrarse en su interior. Media hora después, los bomberos municipales derribaron la puerta y encontraron su cadáver ahorcado con su cinturón.
Márquez Cabrera tuvo un puesto relevante en PDVSA: secretario general de Entes Corporativos. Y era una de las personas de confianza del ministro de Energía venezolano Rafael Ramírez, perseguido por la Fiscalía de su país. Con su firma y el aval de Ramírez, la petrolera movió durante el chavismo decenas de millones de dólares. Entre ellos, los 4,5 millones de euros pagados a Alejo Morodo, hijo del exembajador en Caracas Raúl Morodo entre 2004 y 2007, a cambio de ficticias asesorías en Europa. El supuesto pago fraudulento de este dinero es el que investiga en la Audiencia Nacional el juez Pedraz. N/P. El País.
Cactus24 (16-09-2019)