Un estudio realizado a gran escala y publicado en la prestigiosa revista científica Science reveló que el comportamiento sexual entre personas del mismo sexo tiene un componente genético, lo que desacredita la controversial afirmación popular que afirmaba que la orientación sexual provenía de un solo gen.
De acuerdo a la investigación, la genética juega un papel protagonista. De hecho, los primeros resultados revelan que influye un tercio en la decisión de tener o no sexo con alguien del mismo sexo. Sin embargo, la influencia no proviene de un solo gen sino de muchos, cada uno con un pequeño efecto. El resto de la explicación tiene que ver con otros factores sociales o ambientales, lo que hace que sea imposible decir que los genes pueden predecir la preferencia sexual de alguien.
«Espero que la ciencia se pueda utilizar para educar a las personas un poco más sobre cuán natural y normal es el comportamiento entre personas del mismo sexo. Está escrito en nuestros genes y es parte de nuestro entorno. Esto es parte de nuestra especie y es parte de lo que somos «, dijo Benjamin Neale, genetista del Broad Institute of MIT y Harvard y uno de los principales investigadores del estudio.
Se centraron principalmente en las respuestas a un interrogante: si alguien alguna vez tuvo relaciones sexuales con una pareja del mismo sexo, incluso una vez.
De acuerdo a la investigación, la superposición con las influencias genéticas en otros rasgos proporciona información sobre la biología subyacente del comportamiento sexual entre personas del mismo sexo. Sin embargo, quedan por explorar muchas incertidumbres, incluida la forma en la que las influencias socioculturales sobre la preferencia sexual pueden interactuar con las influencias genéticas, reseña Infobae.