El embajador de Estados Unidos en Managua, Kevin K. Sullivan, instó este miércoles al Gobierno del presidente Daniel Ortega a regresar a la mesa de negociaciones con una alianza opositora con el fin de buscar una salida a la crisis que vive Nicaragua desde abril de 2018.
«El Gobierno de Nicaragua debería regresar a la mesa de negociaciones y cumplir con lo que se comprometió en el mes de marzo», dijo el diplomático en un discurso ante un grupo de periodistas en Managua en donde presentaron a la nueva agregada de prensa, Laura Santini.
Si el Gobierno de Ortega retoma las conversaciones, Sullivan expresó su confianza en que el nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag, y el exministro de Defensa de Uruguay Luis Ángel Rosadilla, quienes participaban como testigo y acompañante de las negociaciones en representación del Vaticano y de la Secretaría General de la OEA, respectivamente, «estarán listos para apoyarlos y que la solución estará al alcance».
Advirtió, no obstante, que «si el Gobierno mantiene su rechazo de volver a las negociaciones, esto será ciertamente un elemento importante que los países miembros de la OEA, incluyendo los Estados Unidos, tomarán en cuenta en su evaluación de los próximos pasos a tomar».
El Gobierno sandinista dio por finalizadas unas negociaciones con la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia con la que esperaban superar la crisis.
El Ejecutivo nicaragüense y la Alianza Cívica iniciaron una segunda ronda de negociaciones que permitió alcanzar en abril acuerdos parciales para la liberación de los manifestantes encarcelados a raíz de los sucesos ocurridos a partir del 18 de abril de 2018 y la restitución de los derechos civiles suspendidos durante los últimos meses.
Al respecto, Sullivan expresó «la profunda preocupación de mi Gobierno sobre la decisión unilateral del Gobierno de Nicaragua de abandonar las negociaciones con la Alianza Cívica» a finales de julio pasado.
«Estas conversaciones ofrecían la posibilidad de alcanzar una solución negociada para que Nicaragua pudiera retomar el sendero de la democracia, el respeto a los derechos humanos y el desarrollo económico», puntualizó.
Destacó que los acuerdos alcanzados dentro de esas negociaciones incluían compromisos del Gobierno de devolver los medios de comunicación ocupados a sus legítimos dueños, acabar con las restricciones a la importación de papel y otros suministros, y respetar otros derechos civiles garantizados por la Constitución de Nicaragua.
El embajador observó que la negativa del Gobierno de Ortega de cumplir con esos compromisos obstaculizó la posibilidad de avanzar en las negociaciones en abril y mayo, sumado al asesinato del ciudadano estadounidense-nicaragüense Eddy Montes en la cárcel La Modelo, «la dificultó aún más».
A juicio de Sullivan, el llamado de la Alianza Cívica de reanudar las conversaciones el pasado mes de julio brindó una nueva oportunidad para avanzar, pero «lamentablemente la negativa del Gobierno de volver a la mesa ha frustrado las esperanzas de millones de nicaragüenses y de la comunidad internacional».
Recordó que en junio pasado la Asamblea General de la OEA aprobó una resolución que instaba a reanudar las negociaciones en Nicaragua, «no abandonarlas».
El diplomático remarcó que su Gobierno es del criterio que las «negociaciones serias que resuelven los principales temas es el camino para acabar con el sufrimiento en Nicaragua y abrir la puerta a un capítulo nuevo y más prometedor en la historia de este país».
Desde abril de 2018 Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 595 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.
Cactus24 15-08-19