De la avenida 36 del sector Santa Rosa recogieron el cadáver de Nerio Enrique Vargas Godoy (43). La Policía científica trasladó el cadáver a la morgue forense de Maracaibo y en sus primeras entrevistas les informaron que el hombre, que laboraba como vigilante, se resistió al robo y se enfrentó a unos azotes de la parroquia Coquivacoa para que no le quitaran sus pertenencias.
Los testigos detallaron que Vargas quiso defenderse y en el forcejeo con uno de los hampones le disparó en el cuello. Los asaltantes huyeron con su cartera, sus zapatos y su dinero.
La comunidad intentó auxiliar al vigilante, pero ya no respiraba cuando se acercaron.
Se presume que le hacían seguimiento a Vargas, quien vivía en el barrio desde hacía 10 años y regresaba a su casa del trabajo muy temprano todos los días.