El presidente Nicolás Maduro ordenó el retiro de 350 buques que se encuentran hundidos en las zonas costeras del país, algunos desde hace más de 50 años.
Maduro instruyó al ministro del Poder Popular para Transporte, Hipólito Abreu, aplicar los mecanismos necesarios para evitar la contaminación de las costas venezolanas.
“Tenemos que cuidar las purezas de nuestras aguas y haga usted ministro todo lo que esté a su alcance para garantizar que las aguas de Venezuela no sean contaminados por ningún barco de carga que venga al país”, expresó.
Abreu solicitó la aprobación de Maduro para adherir a Venezuela a los Convenio de Aguas de Lastre –adoptado en 2004 por la Organización Marítima Internacional (OMI) y al Convenio Internacional para prevenir la contaminación marítima– que entró en vigencia en octubre de 1983 y que ratificado por 119 países con el fin de conservar las zonas marítimas de la nación.
Durante la actividad, el Jefe de Estado aprobó, además, un plan de incentivos para el sector acuático para fortalecer la exportación y así hacerle frente al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos.