Venezuela aprovechó hoy la tribuna que ofrece el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se encuentra en el último día de tres semanas de sesiones, para atacar a la alta comisionada Michelle Bachelet, por el informe fuertemente crítico del Gobierno venezolano que presentó ante este órgano.
Las acusaciones fueron leídas por el embajador de Venezuela, Jorge Valero, y eran extractos de una carta dirigida por el propio presidente Nicolás Maduro a Bachelet, a la que acusa de «no haber escuchado a Venezuela» y de haber recogido únicamente información aportadas por intereses contrarios al país.
«¿Se puede hablar de «crisis humanitaria» cuando el Gobierno de Estados Unidos ha despojado a Venezuela de 30.000 millones de dólares de sus activos petroleros en el extranjero y ha bloqueado y confiscado más de 7.000 millones de dólares para la compra de alimentos y medicinas?», pregunta Maduro en su misiva.
Sin embargo, el informe emitido por la Oficina de Bachelet la semana pasada no aborda únicamente la crisis socioeconómica en Venezuela, sino una serie de vulneraciones de derechos civiles y políticos.
Se menciona en particular la «represión y criminalización de la oposición política» a través de numerosas acciones, así como torturas y miles de casos de ejecuciones extrajudiciales.
Este informe, encargado a Bachelet por el Consejo de Derechos Humanos, fue criticado por altos funcionarios venezolanos apenas se conoció su contenido, pero esta vez el propio Maduro transmite directamente a la expresidenta de Chile su descontento.
En su carta, Maduro sostiene que se trata de «un informe plagado de falsas afirmaciones, tergiversaciones y manipulaciones en el uso de datos y fuente; carente de equilibrio y rigor, abiertamente parcializado».
«Presenta un panorama distorsionado de la situación de derechos humanos en nuestro país», dice el presidente.
«Sepa usted que Venezuela seguirá de pie, victoriosa, que ningún falaz informe, ni agresión, podrá con nuestra férrea determinación», agrega.
Bachelet visitó Venezuela el pasado junio tras extensas negociaciones entre su oficina y el gobierno para que se respetaran condiciones mínimas relativas al establecimiento de su agenda y libertad para reunirse con las personas que eligiera.
En esa misión, la alta comisionada se reunió con Maduro, así como con el líder opositor Juan Guaido, reconocido como jefe de un Gobierno provisional por más de medio centenar de países.
Cactus24 12-07-19