La Policía turca inició este martes varias operaciones para detener a 137 militares por su supuesta implicación en el fallido golpe de Estado de julio de 2016, informó el rotativo Hürriyet.
Las fiscalías de las provincias de Estambul, Esmirna, Konya y Kocaeli, que han ordenado las detenciones, los acusan de tener vínculos con la cofradía del clérigo islamista Fethullah Gülen, a quien el Gobierno turco responsabiliza de la asonada.
Entre los acusados hay un comandante, dos tenientes coroneles y cinco sargentos.
La cofradía «gülenista» fue situando durante décadas, con la complicidad del Gobierno, a sus adeptos en altos cargos de la administración pública, la Policía, la Judicatura y las Fuerzas Armadas de Turquía.
El movimiento de Gülen, exiliado en Estados Unidos desde hace años, fue un fiel aliado del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna en Turquía desde 2002, hasta que ambos se enfrentaron en una dura lucha por el poder a partir del otoño de 2013.
Desde el verano de 2016, Ankara responsabiliza de la fallida asonada a la red de Gülen, a la que considera como organización terrorista.
Más de 130.000 funcionarios han sido destituidos y unas 80.000 personas acusadas de vínculos con la cofradía están en prisión preventiva.
A finales de junio un tribunal de Ankara sentenció a una pena 141 cadenas perpetuas a 16 altos mandos del Ejército turco por su implicación en el intento de golpe de Estado.
Cactus24 02-07-19