Caracas es el centro de todos los privilegios en medio de una crisis histórica, a tal punto que, a la par que se registra una salida masiva de venezolanos del país que, según la Organización de Naciones Unidas, ya alcanza los 4 millones de personas, se produce una ola de migración interna que supone el traslado de población y empresas del interior del país a la capital.
Según un reportaje publicado por Bloomberg, Caracas se ha convertido en una especie de «paraíso» en medio del colapso generalizado del país, ya que, salvo el agudo problema de falta de agua, los demás servicios funcionan mejor que los demás estados del país.
Para los más privilegiados, especialmente aquellos que ganan en divisas, la capital venezolana se ha convertido en una ciudad conveniente, entre otras razones por la drástica caída de los precios de los inmuebles, expresados en divisas.
Según la nota, «una casa en una zona adinerada en el sureste podría costar 230.000 dólares, por debajo del precio inicial de 400.000; un apartamento en una parte bien protegida y segura de la capital puede estar disponible por 60.000 dólares».
Sin embargo, estos precios pueden ser aumentados por las «coimas» que se debe pagar para modificar los registros de propiedades en la capital venezolana, advierte Bloomberg.
Quienes pueden pagar sostienen el acelerado crecimiento de negocios que garantizan servicios públicos por vías particulares, como la venta de plantas eléctricas para enfrentar el elevado riesgo de apagones, o la perforación de pozos para asegurar el suministro de agua.
El trabajo no muestra cifras sobre el éxodo interno, pero evidencia fenómenos como el cierre de restaurantes en la provincia para reabrir en Caracas.
Así como se reduce el tamaño de la economía, también se hacen más pequeñas las fronteras nacionales, especialmente en para el sector empresarial, ya que las condiciones para hacer negocios en Venezuela son cada vez más insostenibles, particularmente en materia de servicios de apoyo y el tamaño de los mercados.
Cactus24 (18-06-2019)
