La artritis reumatoide, es una enfermedad crónica autoinmune caracterizada por una poliartritis erosiva simétrica que produce inflamación, dolor, rigidez matutina mayor de media hora y va afectando progresivamente la movilidad, llegando en algunos casos a ser deformante e incapacitante, siendo esto una causa frecuente de ausentismo laboral.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 1 y 1,5% de la población mundial presenta esta condición autoinmune (que se produce cuando el sistema encargado de la defensa del organismo ataca por error los tejidos del cuerpo), teniendo también una predisposición genética.
La Doctora Jimena Gómez, Médico Internista y Neumonólogo, adjunto del Servicio de Medicina I del Hospital Universitario de Caracas (HUC), informó que esta afección se presenta más frecuentemente en mujeres entre la tercera y cuarta década de la vida , con una relación H/V= 3:1 pudiéndose presentar también en adolescentes .
Su cuadro clínico es amplio y variado, el comienzo por lo general es insidioso con afectación de pocas articulaciones. Hay rigidez matutina mayor de media hora, dolor, inflamación, limitación del movimiento, deformidad y limitación funcional de las articulaciones afectadas, así como también puede haber fatiga, fiebre y pérdida de peso.
Gómez señaló que la AR no solo afecta las pequeñas y medianas articulaciones (manos, muñecas, codos, hombros, rodillas, tobillos, columna cervical ) sino también a diversos órganos y sistemas como los pulmones, los riñones, el corazón, la piel que puede conllevar a derrame pleural, enfermedad pulmonar intersticial, hipertensión pulmonar, insuficiencia renal, pericarditis , vasculitis entre otras manifestaciones extra articulares.
Por tal motivo, resaltó la importancia del diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado para el manejo óptimo de esta enfermedad. Explicó que aunque no es curable, es controlable y se pueden retrasar o frenar los daños mediante terapia farmacológica la cual incluye una amplia gama de medicamentos cuyos objetivos son aliviar el dolor, disminuir la inflamación, conservar la capacidad funcional y controlar el proceso patológico“. Los pacientes que son bien controlados y supervisados pueden llevar una vida normal, tener descendencia y trabajar”, indicó. “siendo primordial aparte de la terapia farmacológica la educación del paciente y la terapia física y ocupacional.
Dentro del grupo de medicamentos que se utilizan para tratar la AR se encuentran los Antiinflamatorios no esteroideos (AINES), estos fármacos actúan rápidamente a la hora de mitigar los signos y síntomas con poco efecto sobre la evolución de la enfermedad.
El Etoricoxib, es un antiinflamatorio no esteroideo de tipo selectivo que ayuda a mejorar el dolor y la inflamación, la movilidad y la capacidad funcional de las articulaciones.
La especialista explicó que se trata de un fármaco de primera línea, altamente eficaz que cuenta con un inhibidor selectivo de la enzima cicloxigenasa-2 (COX-2) y la síntesis de prostaglandinas, que impide la participación de éstas como mediadoras de los procesos de inflamación y generación de dolor.
Al ser un inhibidor selectivo de la COX -2 inhibe esta enzima sin tener efecto sobre la COX-1 , Esto hace que mejore no sólo el dolor y la inflamación crónica sino que disminuyan también los efectos secundarios a nivel gástrico (gastritis, dispepsia, úlcera) y de la función plaquetaria y renal. Siendo siempre muy importante la individualización y evaluación del paciente, tomar en cuenta sus patologías y antecedentes previos así como el tiempo del tratamiento y vigilar los efectos secundarios siendo los más frecuentes los gastrointestinales, cardiovasculares y renales.
“La dosis indicada depende del paciente, pero se ha visto que con 90 mgs la mayoría presentan una mejoría. El tiempo que transcurre desde su administración hasta el inicio del efecto es corto, media hora y luego se mantiene una meseta que permite que se tome una sola vez al día”, indicó.
Nota de Prensa
Cactus24 (05-06-2019)