Javier Rosales se convirtió en la séptima víctima de la represión en Venezuela desde el 30 de abril. Ese día salió a la calle a apoyar las acciones del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, cuando un grupo de militares llegó al barrio La Coromoto de Naguanagua, donde vivía, a dispersar la protesta con gases lacrimógenos y disparos de armas de fuego.
Un grupo de amigos y familiares estaban protestando de forma pacífica en esa barriada, mientras otros cerraban la autopista Puerto Cabello – Valencia, cuando los GNB entraron a La Coromoto. Muchos lograron correr, pero la condición física de Javier no se lo permitió y quedó frente a sus agresores. Se escucharon varias detonaciones de armas de fuego: Javier estaba tendido en el piso con cuatro impactos de bala.
El hombre, de 57 años, fue llevado a la emergencia del Hospital Universitario Dr. Ángel Larralde (Hual) donde fue operado varias veces. Debió ser trasladado a una clínica privada para mantenerlo en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) donde falleció este martes.
El Foro Penal Venezolano en Carabobo confirmó el caso.
CACTUS24 09-05-19