El canciller de la República, Jorge Arreaza, denunció este jueves en Naciones Unidas los «devastadores» efectos que las sanciones de Estados Unidos están teniendo sobre la economía del país y sobre las vidas de sus ciudadanos.
«Es momento de declararnos en campaña por la denuncia, para que el mundo conozca los efectos devastadores del bloqueo unilateral, ilegal y arbitrario que el Gobierno de Estados Unidos ha impuesto sobre Venezuela«, señaló Arreaza en una conferencia de prensa.
Según el ministro, las medidas de EE.UU. han «tenido consecuencias humanas en vidas» y «en sufrimiento», especialmente por las sanciones económicas y financieras.
Esos castigos, según Arreaza, han dejado bloqueados miles de millones de dólares venezolanos en instituciones financieras internacionales y dificultan enormemente al Estado en operaciones necesarias en muchos ámbitos, como en el de la salud.
«Ese bloqueo ha restringido el ingreso nacional por supuesto, ha restringido la capacidad para poder importar, tenemos millones (…) bloqueados en banca internacional», insistió.
Como consecuencia, apuntó, personas están muriendo en Venezuela por falta de medicamentos. «Es una agresión cruel, criminal», insistió Arreaza, que denunció los intentos de EE.UU. por lograr un «colapso» de la economía venezolana.
«¿Y la vida de la gente? ¿Y los niños? ¿Y los ancianos? ¿Y los pacientes con VIH? ¿Y los pacientes con tratamiento de quimioterapia? ¿Y los pacientes con tratamiento de diálisis? ¿Y las operaciones quirúrgicas que se tienen que suspender?», se preguntó.
Según el canciller venezolano, la estrategia de EE.UU. apunta directamente al «corazón del modelo» bolivariano «para decir que el modelo fracasa».
«Es un bombardeo. Es una guerra. Una guerra en la información, una guerra diplomática (…) y, por supuesto una guerra económica y una guerra real, de financiación de la violencia, de conspiración, de golpe de estado», enumeró.
Frente a esa situación, Arreaza insistió en que Venezuela resistirá y seguirá trabajando con otros países que se oponen a la «dictadura» que EE.UU. quiere imponer en el mundo.
Entre ellos figura Rusia, con quien el Gobierno venezolano mantiene una importante alianza militar y en otros ámbitos, una cooperación que el ministro dijo que quiere seguir reforzándose.
Ya bajo el Gobierno de Barack Obama, EE.UU. declaró a Venezuela como una «amenaza para la seguridad nacional», lo que abrió la puerta a medidas contra el país, que se han endurecido de manera muy importante desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca.
Desde entonces, EE.UU. ha impuesto múltiples sanciones políticas y económicas al Gobierno de Maduro y el pasado enero reconoció al jefe del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, como presidente interino del país.
Arreaza explicó este jueves que en la víspera expuso las consecuencias que están teniendo esas medidas al secretario general de la ONU, António Guterres, con quien se entrevistó en Nueva York.
Durante su visita, el canciller venezolano también se reunió con un grupo de decenas de países que se han comprometido a defender en Naciones Unidas a Venezuela ante las acciones de Estados Unidos.
Según la propia ONU, la crisis en Venezuela ha provocado graves problemas humanitarios que requieren de asistencia internacional, así como un éxodo masivo de población a países vecinos